España aseguró que estaba preparada para afrontar la llegada de la Covid-19 cuando se empezó a hablar sobre el coronavirus en China. Entonces, era un virus desconocido y seguramente pocos intuían que acabaría en una pandemia. Las cosas cambiaron un 'poco' cuando el Centro Nacional de Microbiología confirmó el día 31 de enero del 2020 el primer caso de coronavirus en España. Sin embargo, nadie se imaginaba que acabaría derivando en una crisis sanitaria y social a escala mundial.
Ahora hace un año, el Gobierno remarcó y subrayó que los primeros casos de coronavirus en España estaban siendo tratados y aislados. Como si tuviera que quedar reducido en algo sin importancia. El primer paciente de Covid en España era una de las cinco personas de nacionalidad alemana que fueron ingresadas y aisladas al Hospital Virgen de Guadalupe de La Gomera y que llegaron en España como turistas.
A partir de aquel momento, donde el coronavirus nos empezaba a sonar cada vez con más fuerza por los casos detectados a finales del 2019 en Wuhan aunque todavía no nos era suficientemente familiar, se activaron los protocolos para el estudio de posibles casos a partir de contactos. El ejecutivo de Pedro Sánchez seguía diciendo que la situación estaba controlada y se insistía en la preparación y esfuerzos que se habían puesto por plantar cara en al virus. Sin embargo, nadie se pensaba que un año después seguiríamos hablando ni que seguiríamos estando alerta. Cuando menos, no se era consciente de ello.
De los primeros casos a la pandemia
El 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud de Wuhan (Hubei, China) notificó un conjunto de casos de neumonía. Posteriormente se comunicó que eran causados por un nuevo virus. El 5 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el primer informe sobre el brote epidémico en relación con el nuevo virus SARS-CoV-2.
El 11 de marzo de 2020, la OMS elevó la alerta; estábamos ante una pandemia. El día 13 de marzo ya había detectados 4.013.728 casos confirmados de coronavirus en todo el mundo, aunque podrían ser muchos más porque antes no se hacían tantos tests de detección como se hacen actualmente.
Estado de alarma y primera ola
Sólo un día después de que la OMS catalogara de pandémica el coronavirus, el día 14 de marzo, España decretó el estado de alarma. Un estado de alarma y un confinamiento total donde sólo quedaron abiertas tiendas de primera necesidad y que se acabó, de manera total, el 21 de junio. Según un equipo del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) que estudió como el confinamiento nacional consiguió detener la propagación del coronavirus en España, el impacto de la pandemia en adultos de mayores de 70 años y profesionales sanitarios fue muy importante: uno de cada cinco casos identificados era sanitario, con un 77% de mujeres entre este colectivo. Hay que recordar, que al principio de la pandemia faltaban EPI y material de protección para los profesionales sanitarios.
Con algunos datos más en la mano, para intentar entender mejor el impacto de la primera ola, la misma investigación, publicada en Eurosurveillance y del que se hacía eco la Agencia Sinc, demuestra que los hombres y pacientes con enfermedades cardiovasculares o renales crónicas tuvieron más complicaciones graves y muerte. En aquel momento, eran pocos los que llevaban mascarillas y productos como estos y el gel hidroalcohólico o el alcohol de 70° o 96° escaseaba. Las mascarillas no fueron obligatorias hasta el día 20 de mayo.
El mismo estudio analizó datos de los 218.652 casos confirmados de coronavirus por PCR notificados por las diferentes regiones entre el 31 de enero y el 27 de abril, en la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Seis días después de implementarse el confinamiento nacional, los casos de Covid empezaron a disminuir progresivamente hasta el 27 de abril, cuando empezaron las primeras medidas de relajamiento. La distribución de la incidencia acumulada a catorce días, durante los dos meses que pasaron desde que se confirmó la transmisión comunitaria, fue muy heterogénea entre las regiones. Estas diferencias pueden producirse por múltiples factores como las diferencias entre las situaciones epidemiológicas de cada territorio en el momento del confinamiento y los movimientos entre regiones. El 45,4% de los casos notificados de coronavirus requirieron hospitalización y un 4,5% ingresaron en las UCI. Entre los casos notificados y confirmados de la primera ola, un 11,9% murieron. El 95% de los muertos tenían, como mínimo, alguna otra enfermedad, y cuanta más edad tenían los infectados, más aumentaba la letalidad. En los menores de 40 años, el porcentaje de mortalidad era menor del 0,5%. En el grupo de entre 70 y 79 años fue del 23% y en mayores de 80 años, del 62%.
El diciembre pasado, se conocieron más detalles de la incidencia de la primera ola en España. Sin ir más lejos, el Instituto Nacional de Estadística (INE), recogía que entre el mes de enero y mayo del 2020, murieron en España 45.684 personas por el coronavirus.
Segunda ola
Después de un verano con una menor incidencia del virus, debido seguramente a unas temperaturas más altas y también al hecho de que se hacían más actividades al aire libre, llegó un aumento de casos y una segunda ola del coronavirus. Esta segunda ola provocó un nuevo estado de alarma, con diferencias con respecto al primero. Así como al principio se iba prorrogando cada quince días, esta vez se anunció con una duración mucho más larga, concretamente, hasta el día 9 de mayo del 2021. Además, en esta segunda ola son los diferentes territorios los que establecen las medidas de confinamiento. Además del estado de alarma, también hay un toque de queda que va de las 10 de la noche a las 6 de la mañana. Castilla y León, ha decretado uno que va 8 de la noche a 6 de la mañana, rodeada, eso sí, de polémica. Los territorios también tenían potestad para abrir y cerrar comercios y establecer confinamientos perimetrales.
El año 2020 se ha cerrado con la llegada de la vacuna, pero no con la finalización de la pandemia. De hecho, los datos de la última semana del año ya se estaba detectando una tercera ola en los hospitales, después de que la segunda ola fuera más mortal que incluso la primera en algunos territorios de España. Algunas regiones, como por ejemplo, Andalucía, Aragón, el País Valencià, Galicia o Murcia han tenido más ingresos hospitalarios y más muertos oficiales por coronavirus entre septiembre y diciembre que entre marzo y junio.
Pero el impacto del coronavirus en esta segunda ola se ha notado mucho en los hospitales. Hay que remarcar, sin embargo, que durante la segunda ola se detectaban más casos de coronavirus porque también se hacían más tests que en la primera ola. La curva de la primera ola impresionó más, pero en diferentes regiones ha habido más hospitalizaciones en los últimos cuatro meses de la pandemia que en los primeros cuatro meses.
Tercera ola, vacunas y situación actual
La tercera ola del coronavirus en España hacía días que tenía ganas de manifestarse. Después del puente de diciembre y las fiestas de Navidad, se ha entrado de lleno, casi coincidiendo con el aniversario del primer caso del coronavirus en el Estado. En Catalunya ha habido más casos positivos detectados por PCR y tests de antígenos en esta tercera ola que durante la segunda. Pero esta tercera ola no empezaba de la misma manera que lo hizo la segunda. La segunda ola empezó después del verano, donde la incidencia del virus había sido menor y por lo tanto, las UCI se habían conseguido vaciar.
El día 27 de diciembre, después de la aprobación de la vacuna de Pfizer y BioNTech por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), empieza una campaña de vacunación simultánea en varios países de la Unión Europea. Una campaña, hasta ahora, marcada por retrasos de suministro, problemas de distribución y contratos opacos.
Ahora, a finales de enero, cuando faltan vacunas precisamente por toda esta problemática, España mantiene una tendencia a la baja, según los últimos datos publicados por el ministerio de Sanidad este viernes. Con todo, ha habido un leve incremento de casos con relación a la jornada anterior con respecto al número de nuevos contagiados. En concreto, se han incrementado un 8,5% en las últimas 24 horas, ya que se ha pasado de los 34.899 nuevos casos del jueves a los 38.118 del viernes.