La vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford tiene una eficiencia del 90% ante el coronavirus, según un estudio a gran escala que se ha dado a conocer este lunes. Aunque, a primera hora de la mañana la cifra era del 70%, más tarde se ha especificado que si la primera dosis es inferior, se podría llegar al 90%.
A pesar de que la vacuna de Oxford es mucho más barata y fácil de transportar y almacenar, los valores que se han conocido esta mañana quedan un poco alejados de los de Pfizer y Moderna, que muestran una efectividad contra la Covid del 95% y 94,5% respectivamente, y de la rusa Sputnik V, con un 92%.
A pesar de todo, seguirá teniendo un papel fundamental para la lucha contra el coronavirus si finalmente recibe la aprobación de los reguladores.
Dosis reservadas
El gobierno del Reino Unido ya tiene unos 100 millones de dosis de la vacuna de Oxford reservadas para inmunizar a cerca de 50 millones de personas. Pero no sólo eso. También han reservado 40 millones de dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech y cinco millones de la vacuna Moderna.
Resultados "alentadores"
La semana pasada, los investigadores comentaron que la vacuna de Oxford mostraba una respuesta inmunitaria en adultos de entre 60 y 70 años "alentadora". La misma cadena británica se hacía eco de los resultados "esperanzadores" que los mismos investigadores recogían en los resultados de la fase dos en 560 voluntarios.
La misma información también exponía, sin embargo, que estaban probando si la vacuna evitaba que las personas desarrollen Covid en ensayos de fase tres y con una muestra mayor.
Los problemas de Pfizer y Moderna
A pesar de todo, todavía hay muchas dudas con respecto a la logística y al transporte de estas vacunas. Precisamente, la de Pfizer se suministra en dos dosis y se tiene que conservar a una temperatura de 80 grados bajo cero, hecho que podría dificultar su distribución.
Por otra parte, la de la farmacéutica Moderna parece ser más fácil de almacenar: puede preservarse estable en -20°C incluso durante seis meses y puede conservarse en un refrigerador estándar durante un mes.
Además del transporte y los problemas de almacenaje, también hay dudas sobre el precio. La vacuna de Moderna, por ejemplo, es muy cara. En verano, se estaba vendiendo por unos 37 dólares la dosis –unos 31,13 euros al cambio–, un precio muy por encima de lo que costarían otras vacunas como la de Johnson & Johnson, a 10$ –8,41 euros– y Pfizer, a 20$ –16,83 euros–, detallaba un artículo de The Guardian hace unos días.