La vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V tiene una eficacia del 97,6%, según ha informado el Fondo de Inversiones Directas Ruso (FIDR). En todo el mundo ya se han puesto más de 3,8 millones de dosis de esta vacuna. "El análisis de los datos de la tasa de infección de casi 4 millones de personas vacunadas en Rusia demuestra que la eficacia de la vacuna es todavía mayor que la que anunció la revista The Lancet –que daba un porcentaje del 91,6%–", detallaba Kiril Dmítriev, director del FIDR, en un comunicado que también recogió Efe. Estos datos confirman que el fármaco ruso ofrece, según Dmítriev, "una de las mejores tasas de protección contra el coronavirus entre todas las vacunas".
¿De dónde salen los datos?
El FIDR basa su estimación en los resultados obtenidos por el registro de personas vacunadas del Ministerio de Sanidad ruso y el de pacientes de coronavirus detectados por el Sistema de Información Estatal Unificado de Salud. Según el fondo, la tasa de contagios de los 3,8 millones de rusos vacunados con las dos dosis entre el 5 de diciembre de 2020 y el 31 de marzo del 2021 fue solo del 0,027%.
La vacuna necesita un tiempo para poder generar inmunidad en el organismo humano y se han contabilizado las personas que se han puesto enfermas después de 35 días de recibir la primera dosis. Por otra parte, la tasa de contagios entre la población adulta no vacunada fue de 1,1% durante el mismo periodo.
Los resultados del estudio, según el mismo FIDR, serán publicados el próximo mes de mayo en una revista médica, aunque de momento no se ha especificado cuando.
¿De qué está hecha la vacuna?
Sputnik V tiene de base el adenovirus. Según la página oficial de la vacuna rusa y la de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), la vacuna se basa en dos vectores contra el coronavirus el Ad26 (utilizado en la primera dosis) y el Ad5 (para la segunda dosis, para incrementar el afecto). Las dos, según parece, incluyen un gen que codifica la proteína S de las espinas del virus SARS-CoV-2.
¿Cuándo llegará a Europa?
El día 4 de marzo el EMA empezó a estudiar la vacuna rusa para decidir si finalmente se autoriza su uso o no entre los Estados miembros. Algunos países, sin embargo, han ido directamente y ya han comprado dosis y las han empezado a administrar, como Hungría y Eslovaquia.