La expresión baile de cifras podría utilizarse adaptada a la nueva realidad pandémica y en relación con las noticias publicadas sobre las vacunas para el coronavirus en los últimos días. El mundo ha recibido con gran entusiasmo las últimas informaciones sobre la vacuna para la Covid. Por una parte, las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, con una efectividad del 95% ningún efecto secundario preocupante y buena protección para mayores de 65 años. Moderna tendría una efectividad del 94,5%. Por otra parte, hay la rusa Sputnik V con un 92% y la de Oxford, que se ha sabido este lunes que protege un 90%. Aunque queda una pizca alejada de sus 'competidores' en esta carrera, los investigadores aseguran que es más barata y no tiene tantos problemas de transporte y almacenaje.
Vacuna Pfizer y BioNTech
La vacuna de las farmacéuticas Pfizer y BioNTech es de las más avanzadas y teóricamente tendría que ser aprobada por los EE.UU. en las próximas semanas.
La vacuna utiliza una tecnología conocida como ARN, es decir, contiene una pequeña secuencia genética creada en el laboratorio que enseña a nuestro cuerpo como producir proteínas similares al SARS-CoV-2. A partir de aquí, según recoge un artículo de la BBC Mundo, el sistema inmunológico reconoce la amenaza y crea una respuesta que protege al cuerpo de futuras infecciones.
Si todo va sobre lo previsto, esta sería la primera vacuna genética de la historia. Una clara ventaja es que son mucho más fáciles y rápidas de producir. Pero, claro está, también tiene un gran inconveniente y es que se tienen que mantener las dosis en una temperatura inferior a los 70 grados negativos. Hecho que complicaría el proceso en zonas remotas o de clima más cálido y también de los países en vías de desarrollo.
Vacuna Moderna
La vacuna elaborada por la farmacéutica Moderna también forma parte del grupo ARN con una efectividad del 94,5%. Estos resultados se basan en 95 participantes en ensayos clínicos y aunque son buenos, antes de solicitar la aprobación, tienen que esperar un poco más para cumplir el objetivo de 150 participantes infectados con Covid.
Ahora bien, una ventaja que tiene con respecto a Pfizer y BioNTech es que se puede almacenar a menos de 20 grados negativos, una temperatura mucho más fácil de poder garantizar con entes congeladores que se tienen actualmente, según recoge el mismo artículo del portal británico.
Vacuna de Oxford
Igual que la de Pfizer y BioNTech, la vacuna de Oxford elaborada por AstraZeneca también ha sido probada en Brasil, aunque pertenece al equipo de vacunas de vectores virales no replicantes. Eso quiere que se ha desarrollado a partir de un adenovirus, un tipo de virus que no perjudica la salud. En su interior, recoge la BBC, los científicos insertaron algunos SARS-CoV-2 para provocar una reacción del sistema inmunológico. Hoy por hoy, sin embargo, se ha demostrado que la vacuna ofrece una protección del 90%.
De momento, no hay vacunas aprobadas que utilicen este sistema, hecho que puede revolucionar el conocimiento en este campo. Otro punto a favor es su disponibilidad y su precio, que es más barata y ya tiene diferentes convenios de compra con Brasil, Argentina y México.
Johnson & Johnson
España autorizó la semana pasada el primer ensayo en fase 3 de una vacuna contra el coronavirus. Sudáfrica, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, México y el Perú son los países donde actualmente se hacen pruebas de la vacuna. También utiliza la tecnología del vector viral no replicado. A pesar de todo, no se han anunciado resultados de análisis preliminares y se espera que se haga en las próximas semanas.
Una de las ventajas es que haría falta solo una sola aplicación de la vacuna, mientras que el resto requieren dos dosis. Si finalmente funcionara, podría significar un ahorro significativo.
Vacuna a Sputnik V
La vacuna rusa se basa en el vector viral no replicado, como la de Oxford, y por lo que se sabe se estaría probando además de 40.000 voluntarios en Rusia, Venezuela, Bielorrusia y a los Emiratos Árabes. Los primeros resultados confirmaron que podría tener una efectividad del 92%, aunque habría que esperar su evolución.
Vacuna Sinovac
La vacuna china también apuesta por insertar virus inactivado. Los científicos han utilizado métodos como calor o productos químicos para desactivar el SARS-CoV-2 para evitar que no se reproduzca ni casi infección. De esta manera, cuando se aplica la vacuna, el sistema inmunológico identifica el virus y crea una protección. Un punto fuerte de esta vacuna, según recoge la BBC, es la fiabilidad. Hace casi siete décadas que se trabaja con virus inactivos, hecho que podría dar cierta 'tranquilidad'.
Ahora bien, la fabricación requiere un rigor bastante alto, hecho que poco provocar retrasos a la hora de tener suficientes dosis. El producto se encuentra en fase III y se espera que acabe de completar la cantidad mínima de voluntarios infectados para calcular su tasa de efectividad.