La Audiencia de Barcelona investiga al Hospital de la Vall d'Hebron por si la manipulación de las listas de espera de los pacientes y los recortes de presupuesto habrían sido la causa directa de la muerte de varios pacientes con problemas graves de corazón. El caso se archivó. Ni tan sólo la Fiscalía vio responsabilidad ni delito, pero ahora la Audiencia de Barcelona ha ordenado que se reabra y se investigue.
Judicialmente están sobre la mesa los delitos de prevaricación, homicidio por imprudencia y malversación de fondos públicos; una investigación en marcha y la denuncia de uno de los trabajadores del hospital que detalla que el gerente de la Vall d'Hebron "conociendo la existencia de pacientes con enfermedades graves que requerían la urgente intervención quirúrgica para salvar su vida, todavía conociendo la posibilidad de que pudieran morir, no destinaron los medios materiales, aunque se disponía de ellos, y necesarias para evitar su muerte".
Detrás la investigación judicial hay ocho casos documentados de muertos des del verano de 2015 hasta marzo de 2016 que podrían ser causa directo de los recortes en el servicio de cirugía cardiaca, que pasó de 15 operaciones cada día, a de 2 a 3 a la semana. La gerencia del hospital disminuyó tanto los medios materiales como personal.
Paciente 1
El 30 de julio del 2015 había una operación programada por una cardiopatía isquémica severa. Pero se pospuso porque aquel día sólo estaba programada una operación de otro paciente urgente y al día siguiente, a causa de los recortes, no había ninguna sesión quirúrgica. Finalmente se programó para el 4 de agosto. El paciente muere el 1 de agosto, 3 días antes de la operación, a causa de una parada cardiorrespiratoria.
Paciente 2
La operación estaba programada para el 13 de mayo del 2015. El diagnóstico: enfermedad coronaria. Pero se cancela y se programa para el 8 de julio. Se vuelve a anular sin fecha. El paciente muere el 23 de agosto.
Paciente 3
El 19 de agosto entra en urgencias un paciente y se acepta para la cirugía, lo que quiere decir que se lo tenía que operar de manera preferente en 14 días como máximo. Pero lo dan de alta y muere después de haber entrado nuevamente a la lista de espera.
Paciente 4
El paciente entra a la lista de espera el 22 de julio y moral noviembre, 123 días después de haber entrar a la lista.
Paciente 5
Se acepta un paciente para operación el 19 de enero del 2016. Lo avisan para la operación el 14 de abril. El paciente había muerto 24 días después de haber entrado a la lista de espera.
Paciente 6
El paciente ingresa por un infarto agudo de miocardio el 5 de marzo del 2016. La operación se tenía que practicar dentro de las 72 horas posterior al ingreso pero le programaron la operación para el 11 de marzo. Dos días antes, el 9 de marzo, moría.
Paciente 7
El paciente entra en lista de espera aceptado para operarlo el 19 de enero del 2016. La operación se tiene que hacer dentro de las seis semanas siguientes. Pero se programa la operación para el 20 de abril, 3 meses más tarde. Cuando llega el día día de la operación ya está muerto.
Paciente 8
El paciente tiene programada la operación para el 22 de diciembre del 2015 de forma preferente. Lo llaman para operarlo el 23 de febrero. Pero ya ha muerto.
90 días de espera
El tiempo máximo para estar en una lista de esperar para un enfermo de corazón es de 90 días. Así lo dice la Sociedad Española de Cardiología y la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular.
En la mayoría de los casos descritos se empieza de cero como si el paciente tuviera una nueva enfermedad, "en realidad inexistente", dice el auto judicial. Eso hace que no se respete el tiempo de lista de espera para cada una de las operaciones, y muchas de ellas se hacen pasados los 90 días con la consecuencia de que, en algunos casos, ya es demasiado tarde para el paciente que ha muerto porque no se lo ha operado dentro de los tres meses previstos como plazo máximo.
En la denuncia constan diversos correos electrónicos donde quién hace la denuncia alerta repetidas veces al gerente del hospital que los recortes en la unidad cardiaca "reducen de una manera importante la actividad del servicio con reducción de quirófanos y camas" y que esta reducción "no permitirá asegurar la atención adecuada a los pacientes y tendrá un impacto negativo a nivel asistencial". Entre el listado de correos hay uno que pide reconsiderar la situación y hacer un nuevo plan para poder operar a los pacientes urgentes. Y entre estos pacientes se cita al paciente 2, que murió después de estar en la espera y sin fecha para la operación.
El denunciante dice que al menos 10 pacientes que murieron, lo habrían hecho por el retraso en su operación a causa de los recortes.