Lo de la aparición de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 es realmente preocupante, sobre todo porque todavía se está analizando de qué forma responden a los tratamientos y las vacunas. Pero el caso es que a la comunidad científica no le sorprende tanto, puesto que es un comportamiento habitual en cualquier tipo de virus el hecho de mutar para adaptarse a las diferentes situaciones que se va encontrando. Ahora, desde Estados Unidos, han informado de que se ha identificado una nueva “potencialmente preocupante” en la ciudad de Nueva York y en todo el noreste.
La variante del Reino Unido, que ahora parece que va camino de convertirse en la mayoritaria en España, apareció en diciembre. Desde entonces, científicos de todo el mundo han estado al tanto de otras identificadas en lugares como Sudáfrica y Brasil. La preocupación es que ciertas variantes podrían ser más transmisibles y quizás más mortales, y que las vacunas actuales no protegerán suficientemente a las personas.
La variante de Nueva York, denominada B.1.526, tiene un “conjunto único de mutaciones de pico”, que los científicos de la Universidad de Columbia dicen que “podrían amenazar la eficacia de las actuales terapias con anticuerpos y vacunas”.
Los hallazgos preliminares del equipo se han publicado ya, pero todavía falta hacer verificaciones. Los investigadores examinaron 1.142 muestras positivas de COVID recolectadas de pacientes entre el 1 de noviembre de 2020 y el 15 de febrero de 2021. Durante ese tiempo, observaron un aumento constante de personas con la variante del coronavirus, y estas personas provenían de vecindarios de todo el área metropolitana de Nueva York. Por lo general eran personas mayores y fueron hospitalizadas con más frecuencia, según la investigación.
Por separado, un equipo del Instituto de Tecnología de California desarrolló un software para buscar mutaciones específicas en el virus. La variante B.1.526 representó aproximadamente una cuarta parte de las secuencias virales del área de Nueva York examinadas este mes. Los resultados de esta investigación, publicados el martes, también se consideran preliminares.
En principio, aunque las variantes generan preocupación, los científicos creen que en este momento no hay razón para creer que la efectividad de las vacunas se verá afectada. Pero claro, aventurarse con esta pandemia no siempre da los resultados pensados, así que han advertido de que se necesitan estudios más exhaustivos para evaluar la efectividad de la vacuna en el futuro.
Tanto Pfizer como Moderna anunciaron esta semana que están estudiando posibles dosis de refuerzo de sus vacunas COVID de dos dosis como una posible protección contra las variantes en evolución.
La variante del Reino Unido conocida como B.1.1.7, por ejemplo, actualmente se cree que es un 50% más transmisible que la cepa natural del coronavirus y en Estados Unidos representa aproximadamente el 10% de los casos, un aumento del 1% al 4% en pocas semanas. En España, depende de las regiones, supone entre el 4 y el 64% de los casos.