El SARS-CoV-2 continúa siendo uno de los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad, que contiene el aliento ante la aparición de nuevas variantes. “Sabemos que el virus continúa evolucionando para su propio beneficio”, asegura Fikadu Tafesse, profesor de microbiología molecular e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, que ha liderado un nuevo estudio que confirma que el suero sanguíneo extraído de personas previamente vacunadas o infectadas naturalmente muestra una defensa “significativamente reducida” contra dos variantes de amplia circulación del coronavirus.

Los expertos, que siguen subrayando la importancia de las vacunas combinadas con el mantenimiento de medidas de prevención para reducir la propagación del virus, ha hallado dos nuevas variantes preocupantes, la B.1.1.7 originaria del Reino Unido y la B.1.351 originaria de Sudáfrica, que muestran una neutralización reducida por anticuerpos en la sangre de casi 100 personas que fueron vacunadas con la vacuna Pfizer o previamente infectadas por el virus. En el caso de la variante B.1.351, los investigadores midieron una reducción de nueve veces en la efectividad en comparación con el virus SARS-CoV-2 original.

Los resultados de esta investigación coinciden con otros estudios recientes. A diferencia de otros estudios de laboratorio que utilizan versiones no replicativas de las variantes, los investigadores de Oregón utilizaron variantes de virus auténticas aisladas de pacientes. Los científicos cultivaron una línea celular del virus SARS-CoV-2 original junto con las dos variantes en un laboratorio de nivel 3 de bioseguridad. Extrajeron muestras de cada tipo de virus, mezclando cada una con muestras de sangre recolectadas de un total de 50 personas en Oregón que recibieron la vacuna Pfizer junto con 44 que estaban previamente infectadas con el coronavirus.

Luego, los investigadores midieron la efectividad de los anticuerpos para bloquear la infección de cada cepa del virus y encontraron que la reducción de anticuerpos fue especialmente pronunciada en personas de 50 años o más.

“Las personas que rodean a nuestras poblaciones mayores y más vulnerables deben vacunarse y minimizar la exposición al virus”, aseguran los expertos. “No puedes simplemente entrar en un asilo de ancianos porque todos están vacunados. Si no estás vacunado, sigue siendo un problema”.

Otro de los autores del estudio, Marcel Curlin, profesor de medicina en Oregon, asegura que los hallazgos sugieren que la vacuna Pfizer continúa brindando cierto nivel de protección contra variantes a pesar de que el nivel general de anticuerpos neutralizantes es más bajo que contra la cepa anterior de SARS-CoV-2. En este sentido, enfatizó que  es probable que las personas necesiten refuerzos de vacunas en el futuro, similar a una vacuna anual contra la gripe.