Uno de los productos de la tierra que más distinguen a los países de sur de Europa es el vino. Sobre el vino se ha escrito muchísimo desde todos los puntos de vista, también desde los beneficios que reporta para la salud, bebido con moderación. Son varios los estudios recientes que, por ejemplo, afirman que el vino tinto ayuda a tener determinadas mejoras en la salud.
Pero también es cierto que circulan por ahí muchos mitos sobre las bondades de beber vino tinto. Tan es así, que es bastante habitual acabar confundiendo qué beneficios sobre el mismo responden a una realidad y cuáles son sencillamente falsos. Por eso a continuación vamos a repasar algunas de estas afirmaciones para poner a cada cosa en su sitio.
El vino tinto es un antioxidante
Es cierto que contiene antioxidantes que pueden mejorar el colesterol y ayudar a mantener una presión arterial saludable. Sin embargo, hay que asegurarse de no beber tanto vino tinto que el alcohol acabe por contrarrestar los beneficios protectores con los que cuenta.
Mejora el colesterol
Mantener el colesterol dentro de un rango saludable es importante si se desea reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y según un estudio publicado en la revista Clinical Nutrition, el vino tinto aumenta el colesterol bueno (HDL).
Disminuye la presión arterial
No existe evidencia definitiva de que el vino tinto reduzca la presión arterial. De hecho, el alcohol realmente la aumenta. Pero dado que el alcohol tiende a relajar a las personas, puede disminuir ligeramente la presión arterial, aunque solo por un corto período de tiempo. Un hecho que no servirá de ayuda a la hipertensión crónica.
Reduce el riesgo de ataque cardíaco
El vino tinto y otros tipos de alcohol pueden aumentar de inmediato el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, según afirma la American Heart Association. Este riesgo, sin embargo, disminuye con el tiempo. Mientras se consuma una cantidad moderada, el vino tinto no daña el corazón a largo plazo.
El vino tinto es saludable para todos
Las mujeres y los hombres experimentan el alcohol de manera diferente, por lo que deben consumirlo de manera diferente. Este hecho se debe sobre todo a cuestiones de masa corporal. Un vaso de vino al día es suficiente para las mujeres, mientras que los hombres no deben beber más de dos vasos al día.
En definitiva, la comunidad científica acepta como ciertas algunas de las propiedades beneficiosas del vino tinto pero también cree que hace falta más investigación para poder realizar aseveraciones tajantes en cuanto a su influencia en la salud cardiovascular. Por eso, mientras tanto, se puede seguir disfrutando del vino tinto aunque sea de forma muy moderada.