La consellera de Salut, Alba Vergés, ve "difícil" poder levantar el cierre de la restauración a finales de semana. "Mantenemos la decisión de no levantar restricciones, al contrario", ha afirmado en declaraciones a la SER, y avisa de que la situación obliga "a tomar más medidas esta semana". Sobre la mesa está el confinamiento total de 15 días y ha asegurado que el escenario sería "diferente a marzo", con las escuelas priorizando su apertura.
Este viernes finalizan los quince días iniciales establecidos para el cierre de bares, restaurantes y otras actividades económicas. La consellera ha asegurado que es necesario saber "leer el momento" y ha alerta que intentar ir rápido "puede alargar la agonía". Ha afirmado que eso no quiere decir que en "una, dos o tres semanas" las cosas no suban cambiar y se pueda "relajar" alguna medida.
Control parlamentario
"El estado de alarma es una medida muy seria. Nos parece que tiene que haber control parlamentario de un estado de alarma pero también es cierto que en quince días las cosas no están marcadas, hace falta diálogo". Esta es la línea que ha marcado Vergés para trabajar conjuntamente con el estado español. Y sobre la reunión del Gobierno de hoy confirma que "hoy no surgirán nuevas restricciones. Vamos a ver lo que nos dicen los expertos".
Sobre el estado de alarma matiza que "eso no quiere decir que haya esta situación marcada los próximos seis meses sin pasar por los controles parlamentarios". Vergés ha reclamado también todas las herramientas para que las medidas que tome el Govern no se vean entorpecidas jurídicamente. Ha explicado que se están trabajando "muchas medidas" pero no ha querido concretar qué fines que estas no estén bien trabajadas: "Para no poner más frustración prefiero no especular", ha manifestado.
El Gremio de Restauración, desesperado
Los restauradores catalanes quieren abrir este mismo viernes pero este no es el escenario que se proyecta. El presidente del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, lamenta que "después de once días, se comprueba que el cierre no está contribuyendo a reducir la transmisión y sí, en cambio, a dificultar la supervivencia de las empresas".
Y envía un mensaje crítico a todas las administraciones: "Ni el Estado ni la Generalitat han entendido que también tienen el deber de salvar la economía y no únicamente el de contener la pandemia. La opinión del Departament de Empresa tendría que ser igualmente decisiva en la actual situación de mando único".
El Gremio de Restauración de Barcelona denuncia la discriminación que sufren los bares y restaurantes de Catalunya, perjudicados, primero, por la suspensión de la actividad (cosa que no sucede en ninguna otra comunidad de España) y, segundo, por un toque de queda que restringe en una hora el horario que ha fijado el gobierno del Estado.