A lo largo de la pandemia las autoridades sanitarias han cambiado constantemente los criterios sobre cuánto tiempo hace falta que pase entre que una persona se infecta de coronavirus y recibe la vacuna. Este vaivén ha creado desconcierto entre la ciudadanía, especialmente ahora que se está llevando a cabo la campaña de la tercera dosis. En estos momentos, se ha fijado el plazo de cinco meses para recibir la pauta de vacunación después de haberse contagiado, pero algunos expertos alertan que poner dosis indiscriminadamente a todo el mundo es impreciso e irracional. Por eso, aseguran que habría que vacunar de manera individualizada según el estado de inmunidad de cada persona. ¿Es posible?
La respuesta es que sí. Hasta ahora para hacerse una prueba de inmunidad se tenía que ir a un laboratorio, pero el Hospital de las Canarias ha creado un test muy fácil y rápido. Se trata de una prueba que se hace en la piel y que indica si el paciente necesita más refuerzo contra la covid.
¿Cómo funciona?
Este test permite identificar los linfocitos T específicos para la proteína Spike en una persona vacunada o que haya contraído el coronavirus. Para hacerlo, se introduce con un pinchazo en la piel un trozo de la proteína Spike del virus al paciente. Si el individuo tiene una protección alta — bien por los efectos de la vacuna o por haber pasado el virus—, se producirá una reacción inflamatoria, con una rojez en la piel. Según la rojez, se podrá medir el grado de inmunidad y, por lo tanto, valorar si hace falta una dosis de refuerzo.
El test de inmunidad / Hospital de Canarias
Según explica Yvelise Barrios, inmunóloga del Hospital de las Canarias, la prueba se basa en el mismo principio que el test elaborado para la tuberculosis, pero adaptado en este caso para la infección contraída por coronavirus.
Además, afirma que tiene una alta fiabilidad ahora mismo, ya que aunque la variante ómicron ha mostrado más capacidad de escapar a la neutralización de la vacuna, no lo hace tanto en la acción de los linfocitos T.
¿Se puede comprar?
El Hospital de las Canarias desarrolló esta herramienta el pasado mes de septiembre, pero no cuenta con la infraestructura para desarrollar el producto comercialmente y tan sólo está haciendo el test a pacientes del centro. Ahora, la empresa canadiense Biovaxy ya ha comprado el test y ha asegurado que podrá comercializarlo a gran escala dentro de pocos meses. Eso abre la puerta a que todos los centros puedan utilizar esta prueba de cara a futuras campañas de vacunación para evitar que se vacune indiscriminadamente en toda la población.
EFE
Los expertos también explican que vacunar de manera racional en los países ricos hará que lleguen más vacunas a los países más empobrecidos, donde la población inmunizada es mínima. De esta manera, el test canario contribuiría a una mayor equidad vacunacional en el mundo, que al mismo tiempo ayudará a erradicar más rápidamente la pandemia.