La reunión del lunes pasado entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha dejado imágenes curiosas e inéditas. Aparte del despliegue de banderas, La Sexta captó una conversación entre los dos líderes que deja vislumbrar su pesimismo sobre la pandemia de la Covid-19.
"Todos pensaban que la pandemia duraría lo que duraría, pero claro, ya se ha acabado el verano...", comentaba Ayuso. "Hasta el año que viene, sí..." contesta Sánchez. "Pero es que estaremos así hasta el 2021", lamenta la presidenta de la Comunidad de Madrid. La conversación deja ver como los cálculos han fallado: no esperaban que esto durara tanto, y menos que una segunda ola de contagios embistiera de nuevo y con esta fuerza Madrid.
La cooperación imposible entre Ayuso y Sánchez
La reunión del lunes acabó con el acuerdo de crear un Grupo Covid-19, con la intención de construir un "espacio de cooperación" de los dos gobiernos "para el seguimiento y respuesta de la evolución de la pandemia".
"Sus propuestas servirán de recomendaciones a las actuaciones propias que seguirá ejecutando el gobierno de la Comunidad de Madrid en el ejercicio de sus competencias", precisaron en un comunicado conjunto. En la primera y única reunión en que participó el doctor Emilio Bouza, fue elegido para encabezar el grupo como portavoz y técnico sanitario. Sin embargo, las discrepancias que se han ido haciendo evidentes lo han llevado a presentar su dimisión sólo 48 horas después.
Los acuerdos entre Sánchez y Ayuso se resquebrajan
Las fuertes discrepancias entre el gobierno de Isabel Díaz Ayuso y el ejecutivo español sobre la gestión de la segunda ola en Madrid han acabado rompiendo el grupo de coordinación Covid-19. Este sábado el doctor Emilio Bouza, portavoz del espacio de cooperación entre los dos ejecutivos, ha presentado su dimisión sólo 48 horas después de aceptar su cargo.
"Las circunstancias que he presenciado los dos días siguientes [al nombramiento] me obligan a renunciar y declinar el ofrecimiento", explica el exjefe del Servicio de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Hospital Marañón de Madrid. Bouza se refiere a la comparecencia simultánea ayer del viceconsejero de Sanidad de Madrid, Antonio Zapatero, y el ministro de Sanidad Salvador Illa. Un hecho que evidenciaba que la cooperación entre los dos gobiernos es un acuerdo sobre papel mojado más que una hoja de ruta real para detener el aumento disparado de contagios.
Según explica en su carta de dimisión, el doctor Bouza aceptó actuar como técnico y científico para los dos ejecutivos y también como portavoz, ya que le aseguraron "su voluntad de concordia política y su impulso para trabajar unidos para buscar una solución al problema". "Creí en lo que se prometía y acepté", justifica Bouza. Finalmente, sin embargo, las discrepancias lo han llevado a dimitir.