El dolor de espalda es una de las patologías más incapacitantes y que más bajas laborales provoca cada año. Se calcula que alrededor del 80 por ciento de los adultos lo padece en algún momento de sus vidas. El problema es que la solución no es siempre fácil, porque a veces la cirugía es contraproducente, así que la mayor parte de las personas se enfrentan a él a base de medicamentos, fisioterapia y ejercicio físico. Desde la comunidad médica se traslada cada vez más al paciente la necesidad de aumentar el ejercicio frente a los fármacos. Pero… ¿realmente sirve de mucho?
Un equipo de científicos de la Universidad de Atlantic en Florida ha publicado una revisión en la que evaluaron la evidencia de los efectos de tres disciplinas que aúnan ejercicios de mente y cuerpo y que suelen practicar muchos de los pacientes que padecen este dolor, especialmente el lumbar crónico: yoga, tai chi y cki kung. El primero es ampliamente conocido. El segundo, consiste en un arte marcial que combina ejercicios de posturas, meditación y respiración y el chi kung es una terapia de movimiento meditativa tradicional china centrada en la conciencia y atención del cuerpo durante movimientos corporales repetitivos lentos, relajados y fluidos.
Los investigadores contrastaron los efectos de las tres disciplinas para encontrar una evidencia empírica sobre sus posibles beneficios. De los 625 artículos revisados que identificaron los investigadores, 32 cumplieron los criterios y fueron incluidos en la revisión. La mayoría de estos artículos mostraron que las intervenciones cuerpo-mente basadas en el movimiento son efectivas para el tratamiento del dolor lumbar, lo que produjo resultados positivos como la reducción del dolor o la angustia psicológica como la depresión y la ansiedad, la reducción de la discapacidad relacionada con el dolor y mejoraron la capacidad funcional.
Entre otros asuntos, la investigación concluyó que el yoga practicado asiduamente varias horas a la semana produce una reducción en el dolor de espalda. El tai chi redujo el dolor lumbar agudo y fue muy efectivo para estirar esta zona del cuerpo. Su práctica está directamente relacionada con un alivio de los síntomas y de la discapacidad relacionada con el dolor. En cuanto al chi kung, debido a que había pocos estudios científicos al respecto, no ofreció resultados tan concluyentes.
Dos de los estudios que examinaron se centraron en los efectos del yoga en veteranos militares que experimentaban dolor lumbar crónico en una mayor proporción que la población en general. Y los beneficios fueron patentes en un amplio abanico de edad. De hecho, los participantes –un total 3.484 sujetos– tenían entre 33 y 73 años. La conclusión es que las tres disciplinas, pero principalmente el yoga, son un una alternativa efectiva a los analgésicos y la cirugía y disminuye el riesgo de limitaciones funcionales, discapacidad relacionada con el trabajo y posible discapacidad a largo plazo de los enfermos. Además, reducen la carga económica de esta patología debido al alto coste de los medicamentos,