El gobierno de Aragón ha decidido confinar las ciudades de Zaragoza, Huesca y Teruel a partir de esta medianoche. El aumento de contagios ha provocado decretar medidas más restrictivas y nadie podrá entrar ni salir a partir de las doce de la madrugada. Se permite la circulación dentro del municipio y tan sólo podrán salir de este las personas que trabajan en el ámbito de la sanidad, a los que vuelvan a su lugar de residencia, asistan a centros educativos, por el cuidado de personas mayores, menores, dependientes o personas con discapacidad y por causas de fuerza mayor.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha reconocido que entiende "el cansancio de la población que ve que la realidad no desaparece" y ha añadido que sólo puede decir que "su gobierno está trabajando a fondo para combatir el virus pero sin comportamientos cívicos, las medidas no funcionarán". Actualmente, una de cada dos zonas de salud en Aragón tiene una incidencia superior a los 500 casos por cada 100.000 habitantes. Y la transmisión comunitaria aseguran que va ligada a las celebraciones y reuniones familiares y de ocio.
De momento, no se han pronunciado los alcaldes de las tres ciudades pero de otros, como el de Cella o Barbastro, próximos a estos municipios, sí advierten del miedo de las personas en el rebrote y el aumento de casos. Así pues, se confían las ciudades con una densidad de población más elevada a la comunidad pero la segunda ola afecta de lleno en todo a Aragón.