La organización antirracista SOS Racisme ha alertado este jueves que un 22% de los 110 nuevos casos de racismo del 2022 corresponden a agresiones, discriminaciones y abusos perpetrados por miembros de los cuerpos de seguridad pública en ejercicio de sus funciones. La entidad ha presentado los resultados de su último informe, en el que también detalla que, dentro de esta tipología, se asumieron 24 casos, mientras que 45 que no se pudieron denunciar. Las prácticas más frecuentes tienen que ver con el trato y la identificación por perfil racial. La ONG atendió el año pasado a un total de 584 personas de más de 98 municipios diferentes, sin embargo, avisan de que la mayoría de los casos no se llegan a denunciar, concretamente siete de cada de diez.

La coordinadora del Servicio Atención y Denuncia (SAID) de SOS Racisme, Marlida Sueiras ha apuntado al hecho de que las agresiones y abusos desde los cuerpos de seguridad "es de las tipologías más denunciadas, pero también tiene mucha infradenuncia, hecho que tiene que ver con la sensación de impunidad de los cuerpos de seguridad". La segunda tipología en número de casos asumidos son las discriminaciones que se dan entre particulares, que representan un 19% del total, mientras que las discriminaciones en el acceso y disfrute de derechos sociales y la de discriminaciones en el acceso y disfrute de servicios privados representan un 17% cada uno. Finalmente, se encuentran las discriminaciones en el ámbito laboral, con un 9% del total. A pesar de ser de la que menos casos se han asumido, con 10 en total, es la categoría que más se denuncia, en un 45% de las ocasiones.

Un 30% de las víctimas no denuncia por miedo a las represalias

Hay que tener en cuenta que la mayoría de situaciones de racismo identificadas, 7 de cada 10, no se llegan nunca a denunciar formalmente, y en un 28,2% la víctima renuncia por miedo a las represalias que puede sufrir. En otros casos es porque se desmotivan y renuncian a su derecho de denunciar las discriminaciones después de un primer contrato con el Servicio de Atención y Denuncia de SOS Racismo. Con todo, esta cifra de personas que renuncian a seguir con el proceso ha bajado significativamente en el último año. En el 2021 lo hacían un 39% de las víctimas, un 10% más que en el 2022. Desde SOS Racismo lo atribuyen a una mayor conciencia social.

"Sobrecargar a las personas con la necesidad de denunciar las situaciones no es la única solución porque necesitan saber qué expectativas hay", ha apuntado, "el sistema responde con más impunidad y se trata de una dinámica que hace muchos años que dura, es de las primeras problemáticas más denunciadas", ha recordado Sueiras sobre las agresiones y abusos por parte de los cuerpos de seguridad. Además, ha especificado que el cuerpo policial más denunciado en Barcelona es la Guardia Urbana, por delante de los Mossos d'Esquadra.

Por su parte, la abogada y técnica de intervención jurídica del SAID de SOS Racisme, Paula Rossi, ha cifrado en 280 las personas o grupos que han acompañado en su proceso de reparación ante una experiencia racista y que de estos, 100 se corresponden a casos nuevos y 170 a antiguos, ya abiertos. Este 2022, la mayoría de denunciantes ha sido mujeres (55%), mientras que en años anteriores predominaban las denuncias de hombres. Hay que tener en cuenta que de las personas víctimas de nuevos casos de racismo, un 50% eran extranjeros en situación regular, un 35% de nacionalidad española y el 10%, personas migradas en situación irregular. Ante estas cifras, Rossi ha insistido en que la regularización significa "garantizar derechos y facilitar la denuncia".