Dos mil quinientos años después de que las célebres ágoras se convirtieran en los puntos neurálgicos de la actividad política, comercial y social de las ciudades estado de la antigua Grecia, la evolución de la cultura del conocimiento ha seguido su curso a un ritmo frenético hasta culminar en el mayor centro de sabiduría nunca conocido por la humanidad: Twitter. La destrucción de la biblioteca de Alejandría quedaría en un mal menor, una pequeña hoguera de Sant Joan donde queman workbooks inacabados, si por algún motivo esta red social desapareciera sin dejar rastro.
Si hace unos días definíamos Instagram como un idílico paraíso donde tienes que estar para ser una persona feliz y un alma creativa, Twitter es un must si lo que persigues en la vida es la excelencia intelectual. Lugar de encuentro de políticos, periodistas, influencers y de cualquier colectivo que pretende ser el centro del mundo en general, esta red social es el sitio perfecto si lo que quieres es escupir tu opinión sobre cualquier tema del que sepas poco o nada y, por si todavía no sabes moverte del todo bien, en este artículo te daremos algunas indicaciones para que puedas hacerlo de manera que puedas alcanzar el objetivo que persigue a cualquier tuitero: conseguir el máximo número de likes y poder consagrarte como persona más inteligente del planeta.
1. Comenta la polémica del día. En Twitter se comenta todo: lo que pasa y lo que no. Si hay algún acontecimiento copando la actualidad, se hablará de eso. Y si no, la gente se pondrá a opinar sobre cualquier cosa menor, (que si Correos pinta unas furgonetas con los colores de la bandera LGTBI+, que si en TV3 se habla castellano, que si hay una película de Netflix que no he visto donde bailan menores...) sin saber demasiado de que va, basándose en tuits basados en otros tuits, tergiversando el debate hasta llegar a acusaciones de malversación, traición a la patria o pedofilia, por seguir el ejemplo de los casos citados. Hace unos años en los parques había niños jugando al Teléfono y se lo pasaban bien y se reían entendiendo que era un juego. Ahora estas mismas criaturas han crecido y hacen exactamente lo mismo, pero creyendo que es un debate enriquecedor que hace avanzar a la sociedad. En definitiva, tú métete en estos debates, aunque no sepas muy bien de qué se habla, y conseguirás antes tu dosis de reconocimiento.
2. Rodéate de gente que piense como tú. La endogamia es muy importante para triunfar en Twitter, ya que, aunque te digan el contrario, no vas a debatir con gente de pensamiento opuesto al tuyo para tener una conversación tranquila, intercambiando opiniones de forma ordenada con el objetivo de acercar posiciones con gente ideológicamente diferente con el fin de hacer de nuestro entorno un lugar amable, fraternal y pacífico. No. No, no. El ambiente no es de debate, es de partido de fútbol. A Twitter se va a sacar toda la bilis que puedas y por lo tanto necesitarás a tu ejército personal de hooligans que te den apoyo en forma de likes o de comentarios cuando quieras humillar a quien no piensa como tú.
3. Si discutes con alguien: retuit con comentario. Esta técnica es más habitual del que nos gustaría y consiste en, cuando discutes con alguien, no responder en el hilo donde está teniendo lugar la batalla dialéctica en cuestión, si no hacer un retuit en tu perfil y poner allí tu respuesta. Que por cierto, queda por encima del mensaje al que estas respondiendo. Una jerarquía que no sigue ningún tipo de orden literario que facilite la lectura en estos casos, pero resume muy bien lo que es Twitter: intentar quedar por encima del resto. De esta manera, la respuesta la ve la gente que te sigue y puedes exhibir de una forma bien testosterónica que estás muy en forma intelectualmente y recibirás la aprobación de tu ejército de hooligans que te aplaudirán, te harán un masaje y te masturbarán por haber disparado contra alguien del equipo contrario. Pero no te engañes, que no habrás ganado ninguna batalla: en el otro bando de la discusión estará pasando lo mismo, así que el mundo seguirá exactamente igual pero tú irás a dormir con tu inyección de autoestima de plástico que te ha proporcionado a una gente que, probablemente, ni conoces en persona.
Y es que si una cosa comparten Twitter e Instagram es un hecho cada vez más intergeneracional y que no entiende de ideologías: una vigorosa búsqueda de la aprobación externa. Y si una cosa hace de Twitter un lugar peor es que, encima, se pretende disfrazar de debate, de intelectualidad, de intercambio de conocimiento, y que además se ve magnificado por el aura de institucionalidad que ya hace años que lo rodea. Pero no te dejes engañar. Quien hace un tuit espera recibir exactamente lo mismo que quien hace un post en cualquier otra red social: una gran cantidad de likes y maximizar el alcance de su cuenta. Con estos consejos espero que te sea más fácil de conseguir. Que puedas construïr tu frase lapidaria. Una frase de dos líneas que te permitirá ir a dormir en paz, sabiendo que tienes la razón porque gente que ni conoces ha pulsado un botón con forma de corazón, motivo más que de sobra para sentir que encajas en un mundo diseñado para alienarnos. Pero también tienes que saber que eso no es más que Fast food para tu ego, un menú mediano con patatas Deluxe y Coca-cola que enseguida se disolverá en una digestión que acabará en diarreas y en la necesidad de hacer otro tuit para, de nuevo, recibir los mismos likes de las mismas personas y recordar que tienes tu espacio de reconocimiento que no encuentras en otros entornos.