El 30% del alumnado socialmente y económicamente vulnerable no accede a la educación postobligatoria después de 4.º de ESO. Así lo recoge el informe L'abandonament a 4t d'ESO: les desigualtats en la transició a l'educació postobligatòria de la Fundació Bofill, que señala que el elevado abandono escolar prematuro —jóvenes entre 18 y 24 años que no han alcanzado la educación postobligatoria y que no se encuentran estudiando— se debe "en buena parte" al gran número de alumnos que justo acabar la ESO no siguen estudiando. En la otra cara de la moneda, el porcentaje de abandono del alumnado que no se considera vulnerable es del 10%.

El abandono escolar se acentúa todavía más en los Centros de Máxima Complejidad (CMC) donde, de media, casi uno de cada cuatro alumnos abandona nada más acabar la ESO. De hecho, según el informe de la Fundación que se ha presentado este jueves, solo un 25% de los centros acumula el 50% del alumnado que no transita hacia la educación postobligatoria. Durante el curso 2019-2020, de los 1.052 centros educativos de Catalunya, 300 registraron tasas de abandono por encima de un 15%. "No son centros que lo hagan mejor o peor, simplemente son centros con más extranjeros, más repetidores y más alumnado NESE (Necesidades Específicas de Apoyo Educativo)", subraya uno de los autores del informe, Adrià Zancajo. Según el estudio, el 71% de los CMC tienen niveles altos o muy altos de abandono después de 4.º de ESO, muy por encima del resto de centros en que esta tasa se sitúa en torno al 19%. En este sentido, desde la fundación insisten en la necesidad de atender "las necesidades específicas" del alumnado de los CMC y hacer "políticas concretas" para estos. Según Zancajo, en estos centros "faltan referentes de transición".

 

El 86,3% de los jóvenes están escolarizados con 17 años

El año 2020, el 61% del alumnado de 19 años de Catalunya que había dejado los estudios lo había hecho principalmente al acabar el cuarto curso de ESO. En el curso 2019-2020, cerca de 5.500 alumnos catalanes que habían acabado la educación obligatoria no iniciaron ningún estudio postobligatorio. De hecho, el informe indica que en Catalunya solo el 86,3% de los jóvenes están escolarizados con 17 años, casi cuatro puntos por debajo de la media estatal, que se sitúa en el 90%. La Fundación Bofill señala que el abandono escolar en 4.º de ESO en Catalunya "es crítico". Según los datos, las comunidades autónomas y países con mejores tasas de escolarización con 17 años tienen menos abandono escolar justo al acabar 4.º de ESO. En Catalunya, el porcentaje de escolarizados con 17 años es un 86,3%, solo por detrás de las Islas Baleares (83,3%). Al frente de la lista se sitúan Navarra (100%), el País Vasco (97,5%) y Castilla y León (95,3%).

Ante estas cifras, la entidad alerta de los peligros que genera dejar de estudiar en 4t de ESO. Un hecho que, según defienden, genera un proceso de desvinculación escolar que dificulta que estos jóvenes se reenganchen posteriormente al sistema educativo y reduce sus posibilidades de alcanzar estudios postobligatorios. El director de la fundación, Ismael Palacín, ha alertado de que "no es un tema cualquiera, sabemos que los jóvenes que dejan de estudiar en 4.º de ESO difícilmente volverán a hacerlo a lo largo de la vida". Mientras la tasa de abandono escolar prematuro (AEP) en Catalunya se sitúa en torno al 17%, en gran parte de países europeos está por debajo del 10%. "La gran mayoría dejan de estudiar porque los apoyos no son", afirma Palacín.

Plan de choque en los centros con alumnado más vulnerable

Ante la situación en la cual se encuentra Catalunya, la Fundación Bofill pide al Departament de Educación "que no rehúya las responsabilidades" y que el plan de choque anunciado contra el abandono escolar prematuro contemple una política de prevención focalizada en este 25% de centros que concentran el 50% del abandono. "Permitiría abordar prácticamente la mitad del abandono en 4.º de ESO", defienden. Con el fin de reducir el número de jóvenes que no dan el paso hacia los estudios postobligatorios, los especialistas consideran "imprescindible" crear planes individualizados de orientación educativa y acompañamiento a la transición educativa a todos los centros de secundaria desde el primer ciclo de secundaria obligatoria hasta el segundo curso de la postobligatoria.

"La orientación tiene que ir más allá de dar información igual a todo el mundo sobre las salidas después de la ESO: hace falta ver las preocupaciones, experiencias y acompañar desde el inicio de la educación", ha defendido Zancajo. Otra de las propuestas consiste en mejorar la educación inclusiva a las etapas posteriores a la ESO para dar respuesta a las necesidades formativas del alumnado con necesidades educativas especiales. Reducir los niveles de segregación y concentración de alumnado que abandona en 4.º de ESO en determinados centros es otro de los objetivos que se tendrían que alcanzar, apuntan a los autores del informe.