Este domingo 1 de diciembre es el Día Mundial del Sida, una enfermedad con la que conviven más de 35.300 personas en Catalunya, de acuerdo con las estimaciones más recientes del Departament de Salut de la Generalitat. Según las estadísticas oficiales, el 5,3% de ellas, además, no sabe que tiene la infección. Con todo, tal como apuntan los datos del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las ITS de la Agència de Salut Pública catalana, la situación con respecto a las nuevas infecciones por VIH se mantiene estable y no ha habido un aumento considerable: a lo largo del 2023 se identificaron 481 nuevos diagnósticos en Catalunya, una tasa de 6 casos por cada 100.000 habitantes. En el conjunto del Estado, se han identificado 3.196 nuevos casos de VIH y se estima que lo tienen unas 150.000 personas. En todo el mundo, Naciones Unidas estima que hay 39,9 millones de afectados: en 2022 hubo 1,3 millones de nuevos diagnósticos.
La tasa de nuevas infecciones de este año en Catalunya anterior mantiene la disminución gradual de la que ya se vendía durante la última década: en 2010 la tasa fue de 12,1 casos por cada 100.000 habitantes y en 2021 de 5,6 casos. Desde entonces, el 2022 —5,9 casos— y en 2023 la tendencia se mantiene estable en este punto, con tal solamente un ligero aumento de unas decenas de personas. Tal como explican fuentes del Departament de Salut, esta tendencia a la baja es atribuible al tratamiento universal de la enfermedad desde el 2015 —toda persona diagnosticada recibe tratamiento independientemente de su condición clínica— y al uso habitual de la profilaxis preexposición al VIH (PrEP).
Con los últimos datos de diagnósticos en Catalunya correspondientes al 2023, se ha constatado que la media de edad de las personas diagnosticadas ha sido de 38 años. De los 481 nuevos casos, el 86,9% corresponden a hombres, que presentan una tasa de 10,7 casos por cada 100.000 habitantes, más amplia que los 1,6 casos por cada 100.000 habitantes de las mujeres. La principal vía de transmisión ha sido la sexual: el 53,4% de los nuevos diagnósticos ha sido en hombres que tienen sexo con otros hombres, mientras que un 34,4% fue en hombres y mujeres heterosexuales.
La PrEP en la pública, un cambio de paradigma
Una de las estrategias más eficientes en la prevención del VIH es la citada profilaxis preexposición al VIH (PrEP), un tratamiento preventivo con una pastilla que cuesta 24 euros y que se dispensa en 21 centros sanitarios habilitados a Catalunya. Después de una primera visita médica para asegurar que la persona lo puede tomar, a lo largo del año se hacen cuatro visitas más de control de la función renal y de detección de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), así como del mismo VIH. Ya se han beneficiado más de 10.500 personas con elevado riesgo de infección desde que se puso a disposición en los servicios públicos a finales de 2019. Un número alto si se tiene en consideración que solo los tratados en Catalunya representan al 37% de los beneficiarios del PrEP a todo el Estado. "Este tratamiento supone una estrategia de salud pública muy efectiva", celebran desde Salut.
Con todo, se ha alertado últimamente de una interminable cola de más de 3.000 personas para recibir el tratamiento, que a principios de año se llegó a convertir en una lista de espera de entre 12 y 14 meses para ser atendido. El director del centro BCN Checkpoint —el que más PrEP dispensa en Catalunya—, Ferran Pujol, alertó en declaraciones a la ACN que todo era "bastante grande". El responsable del centro, dedicado a la detección del VIH y otras infecciones de transmisión sexual dirigido a hombres gais, otros hombres que tienen sexo con hombres y mujeres transexuales, aseguró que la situación se produce por una falta de recursos asistenciales de hacer frente a la demanda creciente de este tratamiento. El Departament, al ser conscientes del cuello de botella que se produce, admitió que era "excesiva" y se comprometió a reducir la espera a menos de seis meses este 2024.
El objetivo 95-95-95
Aparte de este tratamiento, el plan de la administración catalana frente al VIH, vigente desde 2021, implica también el reparto gratuito de preservativos —unos 2 millones distribuidos— y de jeringas —749.425 distribuidas—, así como pruebas de detección —14.510 hechas— y uno presupuesto de 1,7 millones de euros para una sesentena proyectos y entidades que trabajan en la prevención. La situación de la infección por VIH en Catalunya está controlada, bajo los parámetros de Naciones Unidas. Gracias a los tratamientos modernos, se ha conseguido mejorar la supervivencia y el Sida es aquí una patología crónica con la que la persona infectada puede mantener una buena calidad de vida. El programa de la ONU para el VIH establece los objetivos 90-90-90: el 90% de las personas infectadas lo saben, el 90% de estas están en tratamiento y el 90% de las anteriores tienen una carga viral indetectable. Actualmente, Catalunya cumple estos parámetros y se sitúa en un 95-90-98. El objetivo ahora es el 95-95-95 que marca la ONU para el 2025.
El camino hacia la cura
En Catalunya se adelanta por el buen camino. Un esperanzador estudio presentado precisamente este viernes señala que el reservorio viral de VIH es hasta cuatro veces menor en los pacientes catalanes que iniciaron el tratamiento contra la enfermedad a partir de 2007. El estudio, liderado por el instituto de investigación IrsiCaixa, señala que las actuales terapias retrovirales contra el Sida, fármacos que impiden la integración del VIH en las células, y el tratamiento inmediato después del diagnóstico consiguen reducir mucho este reservorio viral, que es el principal obstáculo que impide encontrar una cura definitiva. "La evolución y los avances en el tratamiento del VIH nos han permitido domar el reservorio viral", explica Javier Martínez-Picado, investigador principal. "En los primeros años, cuando la información sobre el VIH era limitada y los tratamientos tenían efectos secundarios más graves, se empezaba a tratar cuando el sistema inmunitario ya estaba muy debilitado. Con el tiempo, se adoptó la práctica de iniciar el tratamiento de forma inmediata después del diagnóstico, y hemos comprobado que esta decisión ha permitido reducir el tamaño del reservorio y preservar mejor la salud del sistema inmunitario", explica, por su parte, Maria Salgado, investigadora.
Los gráficos del estudio revelan un cambio notable a partir del 2007. "Desde entonces, las personas que inician el tratamiento no solo muestran un reservorio viral inferior, sino que también presentan un sistema inmunitario en mejor estado", indica Salgado. Concretamente, el estudio muestra que los niveles de células inmunitarias se mantienen significativamente más altos en aquellas personas que iniciaron el tratamiento a partir de este año. Además, el tiempo necesario para conseguir que el virus sea indetectable en la sangre, y por lo tanto intransmisible, se ha reducido. "Estos descubrimientos demuestran que los nuevos tratamientos no solo son efectivos para reducir la carga viral, sino que también obran el camino hacia una cura, ya que disminuyen el principal obstáculo para erradicar definitivamente el virus", añade Martínez-Picado.
9 de cada 10 no denuncian los casos de serofobia
Otro aspecto al que se enfrentan las personas infectadas con VIH es el estigma y la posible discriminación asociada, incluida la vulneración de derechos. El 48%, es decir, casi la mitad de las personas con VIH ha sufrido discriminación por serofobia, tal como indica el último informe elaborado el Comité 1.º de diciembre, la Plataforma de ONG Sida de Catalunya, que conforman 19 entidades. El texto, publicado en mayo, fue elaborado a partir de una encuesta a 174 adultos con VIH —la mitad, mayores de 46 años— residentes en Catalunya. El 88,5% de ellos no ha denunciado, tal como admitieron. Y los que lo hicieron: la mitad no se han sentido acompañados y el 55% no quedaron satisfechos con la asistencia recibida.
El VIH tiene también a veces un componente socioeconómico asociado, sobre el cual este último informe también aportó luz: una parte importante de las personas que se infectan atraviesan condiciones de vulnerabilidad y desigualdades estructurales. Prueba de eso es que el 45% de los encuestados con VIH admitían ingresar menos de 1.000 euros en el mes y el 18% no tenía ingresos, un porcentaje que se eleva al 34% en el caso concreto de las mujeres. 6 de cada 10 personas con VIH encuestadas cobran menos de 1.500 euros, 9 de cada 10 en el caso de las mujeres. Los responsables del estudio alertaron de la "tristeza", la "rabia" y la "impotencia" que expresaron muchos encuestados al explicar los casos de serofobia que habían sufrido y algunas de las situaciones personales por los que pasaban o habían pasado.