En Catalunya hay una percepción amplia sobre la "fragilidad" en la que se encuentra la lengua catalana en la vida social. Así lo constata la última encuesta sociopolítica del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), que señala que el 53% de los catalanes consideran que la situación actual del catalán ha empeorado y el 40% creen que se encuentra amenazado y podría desaparecer, ante un 33% que piensan que tiene el futuro asegurado. La percepción de empeoramiento de la salud de la lengua catalana llega hasta un 79% en el caso de los catalanohablantes habituales, mientras que solo lo perciben el 36% de los castellanohablantes habituales. En cuanto a la percepción de futuro, el nuevo director del CEO, Joan Rodríguez Teruel, ha señalado en la presentación de los datos este jueves en rueda de prensa que existe un importante "pesimismo", dado que el 46% de los ciudadanos creen que la salud del catalán irá a peor, frente a un 30% que piensan que se mantendrá y un 13% que creen que mejorará. Un 26% de los catalanes, además, piensan que los medios y oportunidades existentes para aprender catalán son "insuficientes".

En cuanto a la frecuencia con que se utiliza, el uso social del catalán retrocede: los catalanes utilizan la lengua catalana habitualmente, en una semana normal, con el 42% de las personas con las que interactúan (de media), mientras que en castellano lo hacen con el 51% de las personas de sus respectivos entornos. Si se comparan los datos entre el catalán y el castellano, el 83% de los castellanohablantes afirman que pueden usar su lengua en todos los ámbitos de su vida, mientras que este porcentaje cae hasta el 53% en el caso de los catalanohablantes. Al respecto, el 36% de los catalanohablantes habituales señala que la mayoría de las veces no les atienden en su lengua en los comercios, si bien en el 63% de los casos sí que les atienden en catalán siempre o habitualmente.

 

Cambiar de lengua, una práctica habitual

Además, el 52% de los catalanohablantes se ven obligados a cambiar de lengua hacia el castellano "para evitar problemas" —en los términos planteados por el CEO a la encuesta—, mientras que esto solo sucede en el 22% de los castellanohablantes. De hecho, en las interacciones diarias entre catalanohablantes y castellanohablantes, los primeros prefieren mayoritariamente hablar en castellano —el 62%, mientras que solo un 38% prefieren mantener el catalán—. Cuando se da una interacción, el 29% de los catalanohablantes usan el castellano con castellanohablantes; mientras que el 45% cambian su lengua unas veces sí y otras no, y solo el 6% mantienen el catalán siempre. De hecho, señala el director del CEO, el 70% de los catalanes creen que es de buena educación cambiar de lengua cuando el interlocutor habla la otra.

El uso social del catalán se reduce entre los jóvenes

Con respecto a las franjas de edad, el uso de la lengua catalana no llega al 50% de frecuencia semanal en su entorno en ninguno de los grupos de población. Quienes más se acercan son los mayores de 64 años —el 49% de los hombres y el 46% de las mujeres—, mientras que el castellano se impone claramente en la juventud. Entre los menores de 24 años, el catalán solo lo utiliza habitualmente un 37% de los chicos y un 39% de las chicas, frente a un 57% de castellano entre los chicos y un 53% en las chicas. Con todo, son los más jóvenes, y especialmente las chicas, quienes más percepción tienen de la amenaza de desaparición de la lengua: el 53% de los chicos y el 63% de las chicas menores de 24 años así lo piensan, mientras que esta alarma se reduce a medida que avanza la franja de edad, y solo el 33% y el 35% de los hombres y mujeres mayores de 64 años ven el peligro de desaparición.

"No existe un conflicto lingüístico" en el día a día

Sin embargo, el director del CEO afirma que no existe actualmente en Catalunya un "conflicto lingüístico" ni una "guerra entre lenguas". En este sentido, la encuesta muestra visiones muy semejantes sobre la percepción de la lengua catalana entre castellanohablantes y catalanohablantes, incluso sobre la fragilidad del catalán y la necesidad de tomar medidas para garantizar su supervivencia. "Ambas lenguas tienen el mismo estatus de legitimidad, los catalanohablantes no ven el castellano como problemático o ilegítimo y al revés. Además, sobre el catalán coinciden en el hecho de que necesita protección. Las dos se consideran lenguas que se tienen que hablar. Hay una visión positiva e integradora", ha dicho Rodríguez Teruel. Asimismo, el director del CEO ha señalado también que existe consenso amplio en positivo hacia la afirmación de que toda persona que viva en Catalunya debe entender el catalán —el 83%—, si bien esta cifra cae al 68% con respecto al pensamiento sobre la obligación de hablarlo también. Por otra parte, la mayoría de los catalanes piensan también que toda persona que viva en Catalunya debe entender el castellano —87%— y hablarlo —79%—. La muestra de población para realizar la encuesta ha sido de unas 5.713 personas.