Noche del 20 al 21 de julio de 1969, hora catalana. "Fue un pequeño paso para el hombre, pero uno grande para la humanidad". Así se recuerda una de las sentencias del astronauta Neil Armstrong, cuándo hace 50 años se convirtió en el primer humano a pisar la luna.
Cuándo hace medio siglo de la efeméride, no sólo el mundo de la ciencia celebra que el hombre llegó a la Luna a bordo de la nave Apollo 11 de la NASA. Por todo el mundo se han organizado exhibiciones, cenas de gala, concursos de cohetes y conferencias para recordar donde estábamos aquel día y para tratar de convencer, una vez más, a todos los escépticos de que todavía no se lo creen.
Fue un viaje lleno de riesgos, como que el mismo cohete Apollo 11 estallara durante el trayecto, aunque los ingenieros que trabajaron en el programa intentaran minimizar todos los aspectos que podían salir mal.
Tres tripulantes, una misión histórica
El 16 de julio de 1969 la nave Apollo 11 despegó desde el Centro Espacial Kennedy al Cabo Canaveral, en Florida. A la tripulación la componían el comandante de la misión, Neil A. Armstrong, de 38 años; Edwin I. Aldrin Jr., de 39 años y piloto del módulo lunar, conocido como Buzz; y Michael Collins, de 38 años y piloto del módulo de mando.
Los tres estaban decididos a hacer historia en una misión complicada para la cual se habían estado preparando durante más de una década: ser los primeros seres humanos a pisar la Luna. Después de cuatro días de viaje dejaron la órbita terrestre, la nave entró al módulo lunar y bajaron hasta la superficie de la Luna, una zona denominada Mar de Tranquilidad. Pisaron la superficie seis horas y media después de haber aterrizado y se retransmitió en todo el planeta desde las instalaciones del Observatorio Parkes, en Australia.
Pero sólo pusieron los pies en el satélite dos de los tres tripulantes, Armstrong y Aldrin. De hecho, como curiosidad, en las fotografías históricas del momento, Collins es el único que no sonríe.
Fue entonces cuando Armstrong dijo la frase que ha hecho historia, y unos minutos después, Aldrin añadió la primera descripción que se hizo de la Luna: "Magnífica desolación".
Sobre la base lunar hicieron fotografías, plantaron una bandera de los Estados Unidos y una placa metálica donde decía: "Los hombres del planeta Tierra han puesto los pies sobre la Luna por primera vez. Julio de 1969. Hemos venido en paz en nombre de toda la humanidad". Para acabar, los astronautas recogieron arena y fragmentos de rocas lunares que transportaron de vuelta a la Tierra para poder hacer análisis científicos.
El viaje concluyó cuando el módulo de mando cayó al océano Pacífico el 24 de julio, cerca de la isla de Hawai. Ya de vuelta, los astronautas se sometieron a una cuarentena para descartar que llevaran algún germen desconocido de la Luna.
El ser humano había conseguido su objetivo, a|caminar sobre la Luna, pero la carrera espacial sólo había empezado.
Debate abierto: ¿de verdad llegaron a la Luna?
Para muchas personas, la llegada del hombre a la luna fue increíble y, por lo tanto, directamente cuestionable. Desde entonces han proliferado las teorías, alimentadas por documentales y series de televisión, que todo fue un montaje del gobierno de los Estados Unidos por la carrera espacial contra la URSS.
La mayoría de estas teorías se fundamentan con los detalles de las fotografías que los astronautas hicieron en la Luna, que hacen pensar que no se hicieron al satélite. Hemos recogido unas cuantas, como también el contraargumento de los que defienden el hecho histórico conseguido por la expedición del Apollo 11.
- La bandera que clava Armstrong en la Luna parece que ondee, cosa que es imposible, ya que la ausencia de atmósfera en el satélite no permite que haya viento. Según han explicado los científicos, el vacío no hace que la tela se vuelva rígida. El efecto del movimiento se debe al hecho de que la inercia se mantiene durante un periodo más largo de tiempo en el vacío.
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La huella que dejó Armstrong, para algunos, es un montaje que no se justifica a causa de la aridez del suelo de la Luna. El contraargumento es que lo que hay al suelo de la Luna no es arena ni polvo, sino regolito, una suma de materiales con una consistencia parecida a la ceniza volcánica. Se comprime fácilmente y mantiene la forma.
- Otro de los aspectos que apuntan a una conspiración, es que en ninguna de las fotos se ven estrellas. Algunos astrónomos han manifestado sobre esta cuestión que la luz que el Sol refleja al suelo de la Luna da la impresión que las estrellas desaparezcan. Las fotografías se hicieron con una exposición muy baja para que no se quemaran las zonas iluminadas y por eso las estrellas no se perciben.
- Una teoría menos popular evidencia que durante el descenso de la nave en la superficie lunar, no se ve ningún cráter. Michael Rich, profesor de astronomía de la Universidad de California, en Los Ángeles, explicó a la BBC que no se formó ningún cráter porque el módulo aterrizó a una velocidad tan lenta que sólo levantó polvo.
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En las imágenes, las sombras parece que vayan en diferentes direcciones aunque sólo hay un solo foco de luz, y se ven demasiado nítidas, como si estiguéssin editadas con Photoshop. Sobre la nitidez de las fotos, el hecho de que no haya aire hace que no se alteren los tonos, como pasa a la Tierra. En otras misiones espaciales, las fotos que se hacen desde los satélites se ven con la misma calidad. Sobre las sombras, la misma tipografía de la Luna hace que la luz se proyecte en varias perspectivas, dependiendo de la distancia de la fuente de luz.
- ¿Quién grabó Neil Armstrong, si fue el primero que pisó la Luna? La respuesta la dieron los mismos astronautas. La grabación se hizo desde una cámara instalada al mismo módulo lunar. Antes de bajar, el mismo Armstrong desplegó un brazo con unos cuantos sensores y una cámara que fue la que grabó las famosas imágenes.
Más de 400.000 científicos, ingenieros y técnicos de todo el mundo trabajaron en el proyecto Apollo durante más de una década. Parece imposible de imaginar que todos ellos fueron engañados por una supuesta conspiración de la NASA.