La ceremonia de inauguración de la final de la 37.ª Copa América de vela que se celebra en Barcelona contará con un millar de drones, 500 de los cuales volarán al mismo tiempo sobre el cielo de la ciudad, actuaciones musicales y de danza, de los Castellers de Vilafranca y, siendo un acontecimiento marítimo, barcos. Todo desde la playa del Bogatell y otros lugares icónicos de la ciudad como la Torre Glorias -a dónde empezará- o la Sagrada Familia -donde acabará. Con la ceremonia se pretende proyectar Barcelona como "faro en el mundo", volver a hacer brillar la ciudad con un espectáculo que remite desacomplejadamente a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Se aspira a repetir la sensación del "yo estuve allí", explican los organizadores, que todo "permanezca en la memoria colectiva".
El espectáculo será el próximo jueves 10 de octubre, a partir de las 21.00 h. Durará unos 40 minutos y lo disfrutarán en directo unas 30.000 personas desde el Bogatell. La ceremonia, de resonancia internacional, la emitirán TV3, Televisión Española (La 2) y Betevé. El escenario principal se está preparando en el espigón de la Mar Bella. Se trata de una estructura de 16 x 28 metros, con una base de 625 metros cuadrados, que será "un brazo hacia el mar y el cielo".
La idea de los creativos tras la ceremonia, Albert Guinovart (director artístico) y Hansel Cereza (director de escena, que ya trabajó en Barcelona 92), ha sido un espectáculo de luces, color y música con un importante protagonismo del cielo, el skyline de Barcelona, la tierra, la misma ciudad, y su mar, donde se celebra el acontecimiento deportivo. Una "fusión de arte, tecnología y naturaleza" con Barcelona como escenario, apuntan. "Es una ceremonia especial, la presión es muy alta. Es mi ciudad", ha admitido Cereza, que ha anunciado que todo tiene un sentido dramático y que se contará una historia.
Guinovart ha compuesto un himno para el acontecimiento que interpretarán la orquesta y el coro del Liceu, la Escolanía de Montserrat y al menos dos músicos confirmados: la soprano Sara Blanch y el tenor pop Arnau Tordera. La solemnidad del himno remite a la icónica interpretación de Freddie Mercury y Montserrat Caballé para Barcelona 1992 y con este tándem Blach-Tordera, explican los creativos, se quiere propiciar una sensación similar de fusión entre un estilo clásico y el innovador. La canción tendrá una letra con versos sobre el mar de los poetas catalanes Jacint Verdaguer y Joan Maragall.
En el acto de presentación de la ceremonia, la directora de la 37.ª Copa América, Leslie Ryan, ha afirmado que quieren proyectar en el mundo una ciudad tan especial e icónica como Barcelona. "Estamos convencidos de que los aficionados de todo el mundo apreciarán un espectáculo tan memorable", ha añadido. Por su parte, el conseller de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, presente en el acto, ha destacado el impacto positivo que tendrá para "la marca Barcelona y Catalunya" y ha querido subrayar la importancia del sector de la economía azul, en el cual trabajan 24.000 personas en Catalunya, "no solo cuatro monitores como se piensa a veces".
Por su parte, el teniente de alcalde de Economía y Turismo, Jordi Valls, ha destacado que si en 1992 la idea fue proyectar Barcelona al mundo y abrir la ciudad al mar, ahora "el propósito es incorporar el mar en la ciudad". En este sentido, Valls ha celebrado que el acontecimiento ha comportado que 7.000 personas locales hayan podido introducirse en este mundo de la vela a través de la Copa América y ha señalado que la ciudad y la organización hace ya más de dos años que trabajan en esta 37.ª edición.
La ceremonia se ha preparado con el trabajo de una serie de empresas: Foco SU (especializada en la creación y puesta en escena de contenidos culturales y audiovisuales), LAVINIA (especializado en servicios y creaciones televisivas), Igor Studio (estudio creativo) y Flock Dron Art (empresa catalana especializada en espectáculos de drones). Un trabajo conjunto para producir "un spot cultural del país, Catalunya, y la ciudad, Barcelona, hacia el mundo", ha afirmado el responsable de Focus Joan Còdol, que ha dejado también un aviso con respecto a la seguridad: el espacio marítimo estará cerrado durante la ceremonia, de manera que no será posible acercarse en barco privado a la zona para verlo todo desde el mar.