El 5G es el futuro en el mundo de la tecnología móvil. Se trata de la quinta generación de telefonía sin hilos y se prevé que se convierta en una nueva gran revolución con respecto a la relación entre las personas y las máquinas. Esta misma semana el Gobierno presentaba una guía que explicaba cómo tiene que llegar a los municipios catalanes esta infraestructura básica para que la ciudadanía pueda disfrutar del internet del futuro. En este documento se especifica cuál será el impacto de la 5G en los municipios catalanes, y se concreta cómo podrá vivir la ciudadanía la llegada de esta quinta generación de tecnología móvil.
Coches autónomos que se comunican entre ellos para evitar accidentes, operaciones quirúrgicas a distancia, una mejora de las capacidades del teletrabajo y la educación telemática... y cámaras de vigilancia con más habilidades. Es posible que la 5G despierte muchas pasiones entre los fanáticos de la tecnología, conocidos como geeks, así como aquellos que celebran los avances hacia la sociedad del bienestar, pero también algunas preocupaciones entre aquellos que hayan leído 1984 de George Orwell.
"Eso ya no es un tema de la tecnología, sino del uso que hacemos", manifiesta en declaraciones en ElNacional.cat Claudi Berenguer, ingeniero de Telecomunicación y experto en 5G de Telecos.cat, una de las personas que ha participado en la elaboración del documento que el Departament de Polítiques Digitals presentó este mismo jueves. Según este experto en la quinta generación de tecnología móvil, la llegada del 5G en un Estado de "tendencias dictatoriales" puede representar un problema y se puede convertir en una vulneración constante de la intimidad.
Uno de los otros peligros que podría generar el 5G en las sociedades del futuro es la "confianza ciega" en los ordenadores y sus capacidades. "A veces los ordenadores hacen cosas espectaculares y eso puede hacer que acabemos confiando demasiado en la tecnología", asegura Berenguer. El ingeniero pone como ejemplo un departamento de recursos humanos de una empresa que decidiera fiarse de un programa de ordenador que clasifica a las personas "entre buenas y malas" según sus facciones. "Es muy difícil sustituir a los humanos", recuerda el experto.
Coches y tráfico
Pero estos son los únicos aspectos negativos que le vienen en la cabeza a Berenguer. Aunque reconoce que todavía quedan "bastantes años" para llegar a este escenario, pronostica un mundo en el cual todos los coches sean autónomos y estén interconectados entre ellos y su entorno. ¿En qué se traduce eso? Pues tal como se especifica en el documento presentado por el Govern, eso puede implicar una reducción drástica del número de accidentes de tráfico que se registran en las carreteras. También podría haber una revolución con respecto a los atascos de las grandes ciudades, ya que los semáforos se podrían regular en tiempo real en función del tráfico que hay en estas poblaciones.
Operaciones quirúrgicas a distancia
Se trata de uno de los aspectos más golosos que puede llevar la tecnología 5G. Es decir, que desde un hospital se haga una operación a un paciente que se encuentra en otro centro hospitalario. Aunque gracias a esta tecnología eso ya no es ciencia ficción, Berenguer pide calma en declaraciones a este diario y admite que todavía queda mucho tiempo para eso: "Es arriesgado si se tiene en cuenta la precisión que hay que tener con un bisturí". Ahora bien, sí que dice que "en un futuro bastante inmediato" habrá ambulancias circulando con tecnología de videoconferencia en tiempo real y de alta calidad para que un doctor que está en el hospital pueda dar instrucciones a los médicos de la ambulancia si se encuentran con un paciente en estado crítico.