Los seis primeros perros de la raza 'beagle' que serán sometidos a un experimento de la UB para probar un nuevo fármaco no serán sacrificados y serán dados en adopción, aunque en la segunda fase del estudio será "imperativo" hacer necropsias (pruebas en los cadáveres) de 32 perros más para estudiar sus tejidos antes de iniciar un ensayo con personas. Así lo ha informado este miércoles el Parque Científico de Barcelona y la Universidad de Barcelona en un comunicado conjunto en el cual detallan el proceso de que seguirán en el proyecto del programa Retos del ministerio de Ciencia e Innovación después de la polémica generada. La universidad ha asegurado que "no se conoce ningún método alternativo" que no comporte la experimentación y sacrificio de estos animales con el fin de desarrollar un fármaco antifibrótico para tratar la fibrosis hepática y la mielofibrosis, y que según la normativa europea antes de probar el tratamiento en humanos es "obligatorio" hacer el estudio de toxicidad en dos especies de mamíferos.
6 beagles en adopción
El Parque Científico de la UB no dispone de estabular para este tipo de experimentación y por eso sacó a concurso "en un escrupuloso proceso de licitación", esta parte del estudio, en el cual la empresa Vivotecnia de Madrid fue la adjudicataria. El partido animalista PACMA tildó de "vergüenza" que una empresa que tiene un juicio abierto como Vivotecnia siga obteniendo licitaciones públicas y tenga permitido seguir con su actividad. La Universidad de Barcelona ha precisado que el proyecto se llevará a cabo en la sede de Vivotecnia en Madrid el próximo mes de marzo y que en una primera parte del estudio, que todavía está en fase preclínica, el fármaco se administrará a seis perros. La universidad ha pedido a Vivotecnia que, una vez acabe el estudio, les dé en adopción y el parque científico de la Universidad de Barcelona se ha comprometido a colaborar con la empresa para buscarles un hogar.
Necropsias
Por este estudio, el Parque Científico de Barcelona acoge una empresa que lidera un proyecto del programa Retos Investigación, del Ministerio de Ciencia e Innovación, y su objetivo es desarrollar un fármaco antifibrótico para tratar la fibrosis hepática y la mielofibrosis. "Se trata de enfermedades que cada vez tienen mayor incidencia —en Europa, la fibrosis hepática afecta aproximadamente el 2,1% de la población y la mielofibrosis, entre 1 y 9 de cada 100.000 habitantes—, para las cuales actualmente no hay disponible ningún tratamiento eficiente", argumenta el parque científico. También indica que, según la normativa europea, antes de probar el tratamiento en humanos es obligatorio hacer el estudio de toxicidad en dos especies de mamíferos, y es imperativo que una de las dos no sea una especie roedora. Por eso es necesario hacer el tratamiento con algún otro tipo de animal —en este caso, perros beagle—, para saber si posteriormente podría probarse en humanos, indica el comunicado. "Actualmente, no se conoce ningún método alternativo al uso de estos animales que pueda sustituir la metodología de este tipo de investigación", han remarcado los científicos del parque y de la universidad. En este sentido, recuerdan que la Confederación de Sociedades Científicas de España ha reconocido que el uso de los animales es "una práctica necesaria para avanzar en el estudio de tratamientos, técnicas quirúrgicas o bovinas, entre otros."