Abogados Cristanos ha presentado una denuncia penal a los juzgados de Terrassa contra el polémico cartel del Carnaval de la cocapital vallesana, que muestra a un obispo a gatas de espalda y con unos tacones rojos. Tal como ha adelantado El Periódico y ha podido confirmar El Nacional, la agrupación de extrema derecha ha denunciado a la cofradía egarense La Mascarada por unos posibles delitos de odio y de ofensa a los sentimientos religiosos y ha pedido al juez medidas cautelarísimas para retirar el cartel de manera inmediata.

Desde la agrupación legal, habitual protagonista en todas las causas por "ofensa a los sentimientos religiosos" en fiestas o representaciones artísticas, subrayan además del cartel su malestar con la manera en la cual se presentó, en un cementerio, con un crucifijo de fondo y vestidos con hábitos para simular que eran monjes, detallan en declaraciones en este diario. También rechazan que el cartel "ha sido financiado con dinero de todos los ciudadanos de Terrassa", en referencia a las subvenciones que recibe la cofradía para organizar los carnavales. "Este dinero es de todos los ciudadanos de la ciudad y no se puede consentir que con dinero público se financien estos ataques a los cristianos, como son parte de los ciudadanos de Terrassa", remachan desde la asociación derechista.

Preguntados por qué recorrido ven a la denuncia sobre la base de los numerosos casos similares previos, Abogados Cristianos admite que "han tenido de todo" y que es posible que si el juez enfría la denuncia y toma medidas cautelares, todo quede en papel mojado para que el carnaval ya haya pasado. Si bien señalan a la cofradía La Mascarada como "responsables", los abogados afirman que el juez podría investigar si hay responsabilidad por parte de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Terrassa.

Un obispo que trae cola

El cartel del carnaval egarense para 2025 se presentó este viernes en un panteón abandonado del cementerio de la ciudad y la imagen del obispo a cuatro patas y con unos tacones rojos ha levantado polvareda y el debate trae cola desde hace ya días. El Consejo Interreligioso de Terrassa —que reúne a católicos, musulmanes, evangelistas, mormones y bahaí— ha emitido un comunicado en que reconoce que se siente ofendido con el cartel de la 48.ª edición del Carnaval, y lamenta que aparezcan símbolos religiosos "con voluntad de escarnecer y herir". En el comunicado, el Consejo considera que "la imagen de un personaje que parece un obispo católico, o quizás anglicano, en actitud de adoración, o quizás simplemente está de cuatro patas, es bastante desvergonzado". Creen que lo más "grave" es que la presentación del cartel se haya hecho en una capilla funeraria, "en la que se ven nichos y una cruz católica". "El cementerio es un lugar con especiales connotaciones emocionales para las personas religiosas. Hacer esta presentación en el cementerio es un escarnio del todo gratuito e hiriente", opinan.

También ha recibido críticas desde el PP de Terrassa, que ha comentado críticamente en un tuit a 'X' que "podrían haber hecho burla de un transexual islamófobo" o "hacer escarnio de un podemita acusado de agresión sexual" o "reírse de un indepe que se aprovecha de los incautos para meter la mano en la caja", pero "han vuelto a ofender a los católicos". Incluso un vecino egarense ha presentado una campaña de change.org para pedir la retirada del cartel.

Cansados de "ofendiditos de piel fina"

La propuesta para el cartel fue la más votada de entre los 11 carteles candidatos. El autor, que ha pedido ser anónimo, ha decidido que quiere que los 500 euros de premio se entreguen a alguna entidad benéfica. Mari Carmen Bonilla, miembro de la Comparsa Oficial avanzó que la temática de este año sería "provocadora", siguiendo la tradición transgresora originaria de la fiesta de carnaval, y aseguró que "están cansados de los ofendiditos de piel fina".