Las asociaciones de víctimas de los atentados del 17 de agosto del 2017 han aprovechado el acto de homenaje que se ha celebrado en el quinto aniversario de los ataques en la Rambla para denunciar su situación y las dificultades que muchas de ellas han sufrido para que se les reconozca como tales. En este acto conmemorativo, en el que han participado familiares de las víctimas mortales, políticos del país y representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad, se han podido oir, también, los gritos de algunos manifestantes que reclaman saber "toda la verdad" de lo que pasó aquellos días de agosto del 2017, ya que creen que hay mucha información que no se ha hecho pública.
Por eso, han querido utilizar el acontecimiento para hacer valer sus quejas y han ido gritando a algunas proclamas como "Queremos la verdad", pero también "Les vamos en dar un pequeño susto a los catalanes", recordando las afirmaciones que hizo el excomisario Villarejo sobre el CNI y el origen de los atentados, que volvieron a encender la llama de la indignación en Catalunya. Por eso, también han asegurado que "Estado español es un Estado de asesinos". Los manifestantes se han pronunciado durante todo el acto, incluso durante el minuto de silencio y cuando los familiares de las víctimas, todos muy emocionados, han ido a dejar los claveles blancos en recuerdo de los muertos del 17-A.
Los políticos, especialmente abucheados
Con todo, los gritos han sido especialmente intensos cuando los políticos han hecho la ofrenda floral, entre los cuales había el president Pere Aragonès, la alcaldesa Ada Colau y la vicepresidenta segunda del Parlament, Assumpta Escarp, del PSC. La presidenta suspendida Laura Borràs ha asistido en representación de Junts, partido que preside. Además, también han participado la presidenta del Congreso. Meritxell Batet, y la ministra Raquel Sánchez, las dos catalanas. Algunos de ellos han podido hablar con los familiares de las víctimas mientras los manifestantes les llamaban "sinvergüenzas".
"Un acto para justificar el asesinato"
Uno de los manifestantes ha explicado a ElNacional.cat que acude cada año a este acto porque está "indignado" ante las últimas informaciones de Villarejo, y se ha mostrado muy molesto ante la presencia de representantes de la Guardia Civil o del Gobierno y de partidos como Vox, por lo que considera un crimen de estado. "Este se ha convertido en un acto político para tapar, enmascarar y justificar el asesinato. Yo reclamo depurar y aclarar los hechos. Un estado democrático haría una comisión de investigación para aclarar los hechos, pero no hay ninguna voluntad de hacerlo. Todos aquí estamos indignados por eso". Ante las quejas de algunos presentes que pedían respeto para las víctimas, el manifestante asegura que "las víctimas lo que quieren saber es la verdad y ver cómo el Estado los protege. No vamos en contra de las víctimas, las respetamos".