La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) incrementará el canon del agua que recauda en un 40% de la factura en el caso de usos no domésticos, entre los cuales la industria, y en un 28% para los usuarios domésticos. Este es el aumento resultante de la actualización del canon, que no se llevaba a cabo desde 2017, de acuerdo con el anteproyecto de ley de medidas fiscales y financieras que acompaña a los presupuestos de la Generalitat para el 2025  pactados por el Govern de ERC con el PSC, y pendiente del previsible apoyo de los comunes.

El aumento permitirá a la ACA ingresar como mínimo 97 millones extras, lo que supone un 26% más de lo que se obtenía hasta ahora por este tributo. En total, se estima que el canon del agua recaudado por el ACA pasaría de unos 464 a más de 612 millones de euros. Este incremento incluye, además del canon recaudado en las facturas del agua de los usuarios domésticos y no domésticos, los incrementos previstos para los casos de uso de fuentes propias de agua y el canon a pagar por las entidades suministradoras por el uso del agua suministrada que recauda directamente la Agència.

El aumento previsto en la recaudación contrasta con el excedente de tesorería de la ACA, cifrado en 653 millones de euros, así como con la falta de ejecución de inversiones previstas para la sequía. El incremento se suma al 30% en el precio de venta del agua que anunció la también empresa pública ATL (Ens d'Abastament d'Aigua Ter-Llobregat), que suministra agua en alta y depende también del Govern.

¿Cómo afecta el incremento del recibo a los usuarios?

De acuerdo con la previsión del anteproyecto de ley de medidas fiscales y financieras del Govern, los incrementos serán como sigue:

Para los usuarios domésticos que consumen entre 6 y 9 metros cúbicos al mes, la gran mayoría, el ACA propone una subida del canon del 28%. Ello supondría que el conjunto de los usuarios domésticos de Catalunya pagarían unos 74 millones de euros adicionales.

En los consumos no domésticos, como es el caso de la industria, el incremento será de un 40%, lo que comporta un agravio muy significativo para el tejido empresarial, que deberá sufragar en su conjunto unos 77 millones de euros adicionales. Como se sabe, la industria ya está sufriendo duras restricciones en el suministro debido a las medidas en vigor contra la sequía.

Para las viviendas sin consumo, el incremento será del 35%. Estos usuarios deberán pagar 4 € de canon, cuando hoy abonan 2,96 €. Según los expertos, ello desincentiva el ahorro de agua en estos casos concretos, dado que el canon del agua a pagar resulta ser menor hasta un consumo de 7 m3/mes.

El canon del agua representa una parte de la factura que paga el usuario, y varía en cada municipio. El resto del recibo se compone del pago por suministro, fijo y variable, así como de otras tasas y el IVA.  De acuerdo con el anteproyecto presupuestario, ahora, aunque el precio del metro cúbico de agua no varíe, el canon incorporará un fijo mensual, de 1 a 4 euros, según la cantidad de agua que se gaste.

El superávit de tesorería del ACA

Durante los últimos diez años, el canon del agua de la ACA se ha destinado a sanear su situación financiera. La deuda quedó amortizada totalmente el 2019. Mientras, se ha generado un excedente de tesorería que llega a acumular 653 millones de euros de acuerdo con los datos extraídos de las últimas cuentas anuales del organismo, del 2022.

En 2020, primer año sin deuda del ACA, la agencia disponía de 439,1 millones de euros y destinó 51,1 a ejecución de inversiones. En 2021, la tesorería se elevaba a 574,4 millones de euros y destinó 86,2 a inversiones. En 2022, con 653,9 millones de euros disponibles en tesorería —79,23 millones más que en el ejercicio anterior—, las inversiones fueron de 87,3 millones de euros —es decir, apenas 1,1 millones de incremento.

El excedente de tesorería es consecuencia de la mínima inversión realizada por el ACA, así como de una gestión precaria del mantenimiento de la infraestructura hidráulica. Por ello, en fuentes de los sectores afectados sorprende que no se aborden las inversiones para hacer frente al déficit de recursos hídricos reconocido en los propios documentos de Planificación del ACA.

Todo ello acrecienta las dificultades provocadas por la sequía, como pone de manifiesto el caso de los hoteleros de Lloret de Mar, obligados a comprar una desalinizadora móvil para llenar sus piscinas, con un coste de 1,5 millones de euros, que asumirá el sector.

En los presupuestos del ACA del 2023 y 2024 sigue constando un gran excedente de tesorería en conjunción con un déficit de inversión para afrontar la sequía.