El director de la Agència Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, ha insistido en que si no llueve esta primavera, Catalunya entrará en situación de emergencia el próximo otoño. "Si no llueve y el verano empieza antes y, por lo tanto, el margen de lluvias es más bajo, entraríamos en emergencia en septiembre. Al ritmo que bajan los embalses, sin aportación extra de agua, la línea se romperá en septiembre", ha advertido. En una entrevista este miércoles en Rac1, ha reconocido que las lluvias del pasado fin de semana han permitido remojar el suelo y sumar dos o tres hectómetros a los embalses, pero ha alertado de que "son insuficientes" para revertir la grave situación de sequía. "Hemos ganado un par de semanas", ha señalado el director del ACA, que ha dicho que para mejorar la situación haría falta que lloviera durante un mes entero. Así pues, si no llueve, la situación pasaría de la fase de excepcionalidad, en la cual ya se encuentran 495 municipios de Catalunya desde este martes, a fase de emergencia.
Sobre las medidas que se podrían acabar aplicando si finalmente se cumplen los pronósticos, se ha mostrado partidario de reducir la presión del agua que sale de los grifos en lugar de hacer cortes puntuales "que pueden estropear la red" y no son efectivos. Si, finalmente, se entra en esta situación de emergencia, Reyes ha advertido que la reducción en el consumo de agua se empezará a notar en los hogares, porque se fijaría un consumo máximo de 200 litros por habitante y día, 30 menos de los que marca la situación actual. Reyes aclara que la Agència no es partidaria de aplicar cortes de agua, sino de reducir la presión de las cañerías. "Cortar el agua puede suponer desperfectos en la red. Sería óptimo consumir lo mismo, pero con menos presión. Algunos municipios nos explicaban que, justo antes de hacer cortes, se llenaban bañeras, piscinas... y, por lo tanto, no había ahorro", ha apuntado.
Trasvases del Roine o del Segre
Samuel Reyes ha descartado el trasvase del Roine o del Segre como medida para hacer frente al déficit hídrico que sufre Catalunya o a futuros problemas de sequía. Reyes apuesta por aplicar medidas de ahorro, invertir en plantas desaladoras como la del Prat (Baix Llobregat), la de la Tordera (Marisma) o la que está proyectada en Cubelles (Garraf), así como apostar por la regeneración de este recurso para favorecer el reaprovechamiento. Así pues, ha advertido que hay que trabajar conjuntamente entre los ayuntamientos para conectar más poblaciones a la red supramunicipal y mejorar la eficiencia en las redes en baja. "Espero que en los próximos cuatro años podamos arreglar el servicio de agua a Catalunya".
El director de la ACA ha remarcado que hace falta que los ayuntamientos trabajen conjuntamente para incrementar el número de pueblos y ciudades conectadas a una red supramunicipal. También ha recordado que se ha aprobado una línea de subvenciones de 50 millones de euros para ayudar a las poblaciones de Catalunya a implantar medidas para reducir el consumo de agua. En esta línea, ha afirmado que la ACA estará al lado de las localidades catalanas para avanzar en la mejora de las redes de abastecimiento de agua en baja. Sobre las informaciones que se han hecho públicas, en las cuales se indica que el 24% del agua de las redes municipales se pierde a consecuencias de los escapes y otras averías. Reyes ha apuntado que es "agua no registrada, no de pérdidas".
Medidas para aumentar los recursos hídricos
Entre las medidas que está estudiando el ACA para incrementar los recursos hídricos de Catalunya es ampliar la presa del embalse Darnius-Boadella (Alto Empordà). La ACA defiende que si Darnius-Boadella ganara más capacidad, se podría aprovechar un fenómeno meteorológico que en la zona se conoce como 'mugada', ya que pasa en la cuenca de la Muga. Se trata de episodios de fuerte viento que a lo largo de la historia han comportado inundaciones y lluvias abundantes en poco tiempo. El proyecto con que trabaja el ACA pretende comprobar si, ampliando la presa, se puede retener más agua cuando las mugades aparezcan. De esta forma se podría disponer de más recursos para regar los campos de la zona. A diferencia del sistema Ter-Llobregat, que destina cerca de un 70% del agua al uso doméstico e industrial, en Darnius, el 60% del agua sirve para regar campos. El resto se utiliza para abastecer municipios como Figueres, Cadaqués, Llançà, Roses o Empuriabrava.