El incendio del Pont de Vilomara, que ha arrasado más de 1.700 hectáreas en 6 días, ha puesto sobre la mesa el debate sobre las franjas de protección y de la situación en la cual se encuentran muchas urbanizaciones del país que presentan deficiencias técnicas importantes. La urbanización de River Park, situada en lo alto de una sierra y rodeada por el bosque, ha sido la más castigada por este incendio y ha alertado del peligro al cual se enfrentan este tipo de urbanizaciones ante el cambio climático y los incendios forestales cada vez más habituales y virulentos. En una entrevista con la ACN, el subdirector general de Boscos, Enric Vadell, ha expuesto esta problemática y ha defendido la importancia de las franjas de seguridad en las urbanizaciones por "la protección de las personas y los bienes", pero también para evitar que un fuego que se origine dentro de una urbanización llegue al bosque.
Por otra parte, considera que se tiene que hacer una reflexión sobre la ubicación y la situación en la cual se encuentran muchas de estas urbanizaciones, así como pone en cuestión la posibilidad de poder reconstruir las casas quemaduras por un incendio. "Nos tenemos que plantear si es adecuado volver a construir allí donde determinadas casas se han quemado, o bien si con un estudio de vulnerabilidad de los incendios quizás en algún sitio no se tendría que volver a construir", ha indicado Vadell. En este sentido, Vadell cree que hay que abrir el debate sobre "el cual hay que hacer con los terrenos de las casas que se han quemado" y considera que "se tendría que plantear desde el punto de vista del planteamiento urbanístico". Se ha mostrado solidario con las familias que han perdido sus casas y ha asegurado que "soy consciente de la carga emocional que tiene eso que digo, pero la realidad es esta".
Urbanizaciones ilegales
El subdirector de Bosques ha detallado que hay un entramado de urbanizaciones que se construyeron a la década de los sesenta y setenta "muchas de forma ilegal" que en el momento de hacerlas no se tuvieron en cuenta el riesgo de incendio forestal. "Cuando se construyeron, ni la masa forestal era la actual, que ha aumentado muchísimo, ni nadie hizo ningún estudio para ver dónde se estaban ubicando, ni se tenía en cuenta la vulnerabilidad del bosque", relata.
A pesar de esta situación, asegura que desde el punto de vista de riesgo de incendio, estas urbanizaciones "se tienen que proteger, sean legales o ilegales". Por este motivo, destaca la importancia de las franjas de seguridad que se está comprobando que sirven. Sobre esta cuestión, el Departamento de Acción Climática ha abierto para este 2022 una línea de subvenciones de 1,5 MEUR. Estas ayudas van dirigidas para los ayuntamientos para que así puedan empezar a hacer trabajos de tratamiento de vegetación en las franjas de protección perimetral de las urbanizaciones y los núcleos de población. En la convocatoria del 2021, se otorgaron 723.000 euros que permitieron actuar en 21 comarcas diferentes y se ejecutaron 221 actuaciones en urbanizaciones.