"La diversidad cultural y religiosa es el principal elemento vertebrador de la cohesión y paz social, los mejores anticuerpos del odio". Con estas palabras la actriz Carme Sansa, encargada de conducir el acto interreligioso para condenar los atentados terroristas y rendir homenaje a las 15 víctimas mortales, ha reivindicado la pluralidad de Barcelona y Catalunya.

Una semana después de los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils, la capital catalana ha acogido un acto "plural, respetuoso e inclusivo" donde se ha puesto en valor la diversidad de Catalunya. "Hoy más que nunca queremos que nuestra diversidad sea nuestra fortaleza. Desde todas las convicciones y maneras de entender el mundo que conforman nuestra ciudad decimos, con la cabeza bien alta, que no tenemos miedo", ha asegurado la actriz.

Así, el acontecimiento ha querido ser un "espejo de la Barcelona diversa, abierta, democrática y acogedora" pero también ha respondido al perfil de las víctimas de los atentados, de hasta 34 nacionalidades diferentes. Muestra de esta pluralidad han sido los asistentes al acontecimiento: judíos, ortodoxos, católicos, evangélicos, musulmanes, de tradición laica, atea, comunidades budistas, taoístas, sij, baha'i, testigos de Jehová, iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días (mormones) y comunidades hinduistas.

Respondiendo a la diversidad de los asistentes, el acto también ha sido una fusión entre las diversas culturas. La música de la Orquesta Árabe de Barcelona ha sido la encargada de abrir la ceremonia, donde después se han leído varios artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos y fragmentos de la Biblia, el Corán, un texto budista y de la Torá.

El acto se ha cerrado con la composición de un ramo elaborado con 15 pomos de flores -en representación de los 15 muertos por los atentados- que posteriormente se ha trasladado, entre aplausos, a la Rambla. "Esta convivencia es la que los atentados han querido destruir y nuestra mejor respuesta es la paz y el reconocimiento a nuestras diferencias como nexo de unión", ha destacado Sansa.

El acto se ha celebrado a las 18 horas en el Museo Marítim de Barcelona y ha estado encabezado por el presidente del Govern, Carles Puigdemont, el ministro de Justicia, Rafael Català, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. También han asistido los consellers Meritxell Borràs, Raül Romeva y Antoni Comín, entre otros, así como el director general de Asuntos Religiosos, Enric Vendrell, además de otras autoridades municipales.

Un poema de Federico García-Lorca ha sido el encargado de poner fin al acontecimiento. "La calle más alegre del mundo, la calle donde viven juntas en la vez las cuatro estacionas del año, la única calle de la tierra que yo desearía que no se acabara nunca, rica en sonidos, abundante de brisas, hermosa de encuentros, antigua de sangre: Rambla de Barcelona".