Se ha interrumpido este sábado por la mañana el servicio de trenes del R4 de Rodalies entre Vilafranca del Penedès y Castellbisbal a causa de un acto vandálico: tres trenes de esta línea se han rociado con pintura de arriba abajo para hacer unos grafitis que, de acuerdo con las imágenes que aporta Rodalies en sus redes sociales, abarcan todo el lateral de los convoyes, incluidas puertas y ventanas. El acto incívico se ha producido esta noche del sábado al domingo en torno a Martorell, y afecta a tres de los primeros trenes que tendrían que haber salido la jornada de hoy a primera hora, según ha informado a Renfe, que ha habilitado un servicio alternativo por carretera.

"Esta noche, se han perpetrado actos vandálicos en tres trenes dispuestos para realizar el servicio en la R4. Estos hechos imposibilitan prestar el servicio con normalidad entre Vilafranca y Castellbisbal y por este motivo se ha habilitado un servicio alternativo por carretera en el tramo afectado", ha anunciado el servicio de Rodalies a través de una publicación a la red social 'X'. Acto seguido, el operador ferroviario ha recordado que el año pasado esta "lacra" del vandalismo con grafitis supuso un coste a la ciudadanía de más de 10 millones de euros en Catalunya en reparaciones.

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Tren del R4 vandalizado / Rodalies

 

Los grafitis en los trenes cuestan 11,6 millones de euros cada año a la ciudadanía

En 2023, el vandalismo grafitero en los trenes de Rodalies supuso un coste de 11,6 millones de euros en Catalunya, que representa casi 32.000 euros al día. En concreto, Catalunya acumula el 50% del total de actos vandálicos de España durante todo el año pasado. Además, se denunciaron hasta 2.340 intrusiones de grafiteros en las instalaciones —una media de más de seis actos vandálicos al día—, según denunció Renfe el pasado febrero. Aparte de la limpieza, en esta cifra de casi 12 millones de euros se suman los gastos indirectos como la inversión en seguridad, tanto en personal como de sistemas de videovigilancia. "El año pasado se utilizaron 7.500 horas de trabajo de limpieza de grafitis y los vándalos pintaron cerca de 70.000 m² de superficie en trenes", señaló la operadora ferroviaria en un comunicado sobre la cuestión.

Renfe recordó entonces que son los usuarios "los que sufren las consecuencias" de los trenes vandalizados: con retrasos y trenes suprimidos por falta de visibilidad o grafitis en los elementos de seguridad que impiden la circulación, frenazos de emergencia por pintadas en medio de un trayecto o el olor de este producto químico que resulta muy molesto a los viajeros. La limpieza de grafitis provocó el paro durante 7.500 horas de trenes de forma no prevista por la limpieza de grafitis. Finalmente, Renfe aseguró que la presencia de personal de seguridad ha evitado que las pintadas sean de mayor dimensión, además de abortar 492 incursiones grafiteras el año pasado.