El Departament d'Ensenyament ha presentado este martes El modelo lingüístico del sistema educativo de Catalunya, una actualización del que se aplicaba hasta ahora, después de 30 años de inmersión lingüística, y que prevé dar más flexibilidad a los centros para garantizar el aprendizaje del catalán, el castellano y el inglés. Uno de los cambios más destacados de este nuevo modelo es la oferta del árabe y el chino como asignaturas optativas en secundaria.
Los responsables del departament apuestan por un modelo en que los centros, más allá de porcentajes e imposiciones curriculares, trabajen un modelo lingüístico propio en función de las necesidades de cada alumno. Así, se potenciará más el castellano en entornos catalanohablantes, más catalán en entornos castellanohablantes y más inglés en materias no lingüísticas o actividades en lenguas de origen de los alumnos.
Sin dejar de lado el catalán como lengua vehicular, la intención del Departament d'Ensenyament es conseguir que al acabar la ESO los alumnos catalanes tengan competencia lingüística y, por lo tanto, dominen el catalán, el castellano y una lengua extranjera como mínimo (el nivel B1 del Marco europeo común de referencia), además de conocimientos de una segunda lengua extranjera (A2).
Sin embargo, la intención del departament también va más allá de ofrecer nuevas optativas en lenguas y apuesta por poder incorporar algunos de estos idiomas, ya sea el inglés, el francés o el alemán (las lenguas extranjeras que más se estudian en los colegios) en cualquier actividad en función de las posibilidades. Eso quiere decir, por ejemplo, poder leer artículos en inglés en clase de biología o coger ejemplos, en castellano, para la clase de tecnología.
El director general de Educació Secundària Obligatòria i Batxillerat, Josep Vallcorba, destaca que el nuevo documento mantiene el catalán como lengua habitual en la escuela, pero que el profesorado tiene que tener ''suficiente profesionalidad, autonomía y responsabilidad'' para ajustar el proceso y conseguir unos mejores resultados en materia lingüística. Por lo tanto, Vallcorba asume que las direcciones tendrán que trabajar en un proyecto lingüístico propio que esté al alcance de las familias.
Formación del profesorado
Uno de los retos para implementar este nuevo modelo es la mejora de la formación del profesorado y de las propias competencias lingüísticas en lenguas extranjeras, para lo cual, el departament apuesta por una formación continua a la vez que defiende la necesidad de exigir el nivel B2 a todos los profesores que se incorporen al sistema. Vallcorba recalca que se plantea como ''un mérito y no un requisito'', pero apuesta por seguir propiciando esta mejora a través de intercambios, actividades internacionales o estancias que permitan ayudar en este sentido. El aplazamiento del requisito del B2 para los graduados, aplazado en una moratoria, ''se tiene que mirar de resolver'', según Vallcorba, que, al mismo tiempo, apuesta por trabajar e incentivar al profesorado hacia ''una actitud, voluntad y disponibilidad de apertura lingüística y cultural''.
Sin calendarios
Vallcorba ha explicado que el nuevo documento, que se ha presentado este martes en un acto en el Petit Palau de Barcelona, está planteado ''con rigor y seriedad'' y, por eso, defiende un planteamiento de fondo sólido de acuerdo con las necesidades de las instituciones educativas. Para el director general, el tiempo en educación es ''lento, estable'' y quiere ''tranquilidad, profesionalidad y autonomía''. Es por eso que se fija el trabajo a largo plazo y pide ''no confundir los objetivos con los procedimientos''.
En este sentido, Vallcorba cree que este modelo se tiene que dejar de lado de luchas político. "¿Quién no quiere dominar dos lenguas pudiendo hacerlo?", se pregunta Vallcorba, que defiende, por ejemplo, que está demostrado que la metodología que plantea la actualización del sistema funciona y que, por lo tanto, hace falta ''sumar y multiplicar''.
Para Vallcorba este nuevo modelo es una ''reflexión de fondo'' y una ''actualización'' del patrimonio pedagógico que, además, tiene que tener en cuenta en su implementación otras variables como la presupuestaria. Reconoce que ''cuanto antes lo podamos hacer, mejor'', pero prioriza hacerlo ''bien'' antes que tener ''prisas excesivas''.
La experiencia de éxito en la escuela Llibertat
La escuela Llibertat de Badalona hace trece años que empezó a implantar el AICLE. Según ha explicado la directora del centro, Muntsa Roca, fueron uno de los primeros centros en implantar el modelo de inmersión lingüística y posteriormente utilizaron esta experiencia para ir adaptándose a los nuevos perfiles de alumnado. "Ya disponíamos de una base consolidada y una manera de trabajar coordinada de toda la escuela en que la lengua oral y la expresión tenían un punto de partida muy importante", comenta Roca, que recuerda que antes todos los alumnos eran castellanohablantes y ahora el perfil ha cambiado mucho. "Tenemos varios países de origen: escolares árabes, sudamericanos, de Pakistán, chinos y también castellanohablantes", asegura.
Roca detalla que la escuela trata de buscar "estrategias, recursos y metodologías para poder trabajar las tres lenguas ―catalán, castellano e inglés― y actividades en que el alumno sea más partícipe de su aprendizaje y el maestro pueda hacer una intervención más directa y personalizada".
Roca explica que en este centro se insiste mucho en la expresión y comprensión oral del inglés durante el primer ciclo de primaria y en secundaria se empieza a utilizar esta lengua en algunas materias como ciencias o matemáticas. "Tiene buen resultado porque los alumnos lo encuentran más divertido", comenta la directora del centro que considera que si los escolares "sólo hicieran la gramática tradicional en inglés, acabarían aburridos". Señala que cuando ven "que tiene un sentido y que está ligado a la materia que están haciendo, ven una utilidad y disfrutan más".
En este sentido se ha expresado Antonio, un niño de quinto de primaria que se muestra muy satisfecho de poder hacer ciencias en inglés: "Hemos hecho trabajos y una exposición sobre los mamíferos y aunque cuesta un poco en inglés, me gusta mucho porque se tiene que aprender", indica. Por su parte, Ailin explica que "si se escuchan las explicaciones de la profesora, es fácil" y añade que trabajar en grupo también la motiva mucho. Asia, otra de las estudiantes, se muestra convencida de que gracias a este aprendizaje podrá alcanzar un nivel de inglés suficiente para "viajar a Inglaterra y hablar muy bien".