La que hasta ahora una de las tres estaciones más antiguas del Estado, junto con las de Cornellà de Llobregat y Sant Andreu Comtal de Barcelona, ya es historia. En menos de 48 horas, la estación construida el año 1854, los operarios de Adif han reducido en escombros el histórico edificio con más de 170 años de historia. Los trabajos empezaron poco después de que el martes se desalojara el activista que la ocupó durante seis meses en defensa de su preservación. En el solar que ha quedado libre se construirá la nueva estación soterrada, que tendrá un presupuesto de más de 17 millones de euros. Aunque Adif y el Ayuntamiento se comprometieron a preservar e integrar algunos elementos patrimoniales a la futura estación, vecinos del municipio, que esta noche se han manifestado contra el derribo, temen que finalmente se haya salvado nada.
Protesta contra el derribo
El derribo se ha producido en menos de 48 horas, un proceso que empezó después de que el martes pasado se desalojaran los activistas que habían okupado el edificio desde el pasado junio en señal de protesta y en defensa de su preservación. Durante el derribo, una cincuentena de manifestantes se concentraron delante de la estación en señal de protesta. Tal como informa el medio Fet a Sant Feliu, la protesta empezó en la plaza de la Vila de la localidad del Baix Llobregat a las 18h bajo el lema de 'Sí al Soterramiento! Sí a la estación'. Los manifestantes argumentaban que no están en contra del soterramiento de esta estación y aseguran que Adif, la empresa propietaria del edificio, no respetó el mandato judicial y "actuaron por la fuerza y fuera de la ley".
El conflicto empezó el pasado abril del 2010, cuando el Ayuntamiento de Sant Feliu presentó un proyecto de soterramiento de las vías en el cual se contemplaba el derribo de la estación. Por estas vías pasan las líneas R1 y R4, con una cantidad de 1.590.000 pasajeros el año. Ante el proyecto del consistorio socialista, la plataforma 'Salvamos la Estación' pidió la deconstrucción del edificio con el fin de poder recuperar, conservar y reaprovechar los actuales elementos de la estación. A pesar de las demandas de la vecindad, el exministro popular de Foment, Íñigo de la Sierna, anunció en el 2018 que el año siguiente (2019) empezarían las obras para un nuevo edificio, basadas en el proyecto del 2010.
Sin embargo, hay otros vecinos que sí celebran un nuevo edificio. De hecho, se celebró una consulta, en la cual la opción ganadora fue la del proyecto del 2010. Sin embargo, los vecinos en contra del derribo aseguraban que se trataba de una consulta engañosa, ya que, en peral suyo, se basaba entre escoger en mantener la actual estación y el derribo total del edificio.
La nueva estación
Después de meses de demoras, Adif empezará las obras de la nueva estación licitada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible licitado por 17,7 millones de euros. La nueva estación formará un conjunto con un tramo soterrado y la urbanización de la superficie. De hecho, las obras cuentan con la financiación de los fondos europeos y cuentan con un acceso integrado en pie de calle y un vestíbulo a la planta intermedia y el nivel de andenes. El nuevo edificio tendrá la planta a nivel de calle, contará con un local comercial, tendrá un ascensor, una escalera fija y dos escaleras mecánicas. Hasta ahora se han perforado 71 de los 654 metros de este sector. El resto de los casi 2 kilómetros del trazado integrado se realiza mediante pantallas, sobre las cuales se construye la losa de cobertura, de las cuales ya se han ejecutado más de 850 metros. En este ámbito destaca el tramo final, situado en la frontera con el municipio de Sant Joan Despí, donde ya han finalizado todas las pantallas y se realiza la última losa superior, al lado de la riera de Pahissa. El proyecto en su totalidad forma parte de la integración del ferrocarril en el municipio, con el objetivo de evitar a más muertes en varios pasos a nivel.