Hasta ahora, en caso de accidente o avería, los conductores tenían que bajar de sus vehículos para instalar, tanto delante como detrás del turismo, unos triángulos de seguridad en la carretera. Una operación que, según la Dirección General de Tráfico (DGT), entre 2018 y 2020 costó la vida de 42 personas en las vías interurbanas. Para evitar estas defunciones, el Consejo de Ministros ha aprobado recientemente un nuevo dispositivo de seguridad que consiste en una luz intermitente amarilla que se tendrá que instalar en el techo del vehículo.
"Esta nueva señal garantiza su máxima visibilidad y comunicará su activación, desactivación y geoposicionamiento al Punto de Acceso Nacional en materia de Tráfico y Movilidad, lo que aportará mayor seguridad" ha informado la DGT en un comunicado. Una nueva medida que no se aplicará de un día para otro, sino que los conductores tienen cuatro años para adaptarse a ella, ya que no será obligatoria a partir del 1 de enero del 2026.
Mejorar la asistencia en carretera
Esta, sin embargo, no es la única novedad que implementa el real decreto aprobado por el Ejecutivo a propuesta del ministerio de Interior, que persigue regular los servicios de auxilio que se efectúan en la vía pública. Diariamente, en torno a 11.000 vehículos efectúan tareas de rescate y asistencia de vehículos que se han quedado inmovilizados. Unas tareas que, desde 2017, han supuesto la muerte de once operarios en la carretera.
Un operario trabaja en un accidente entre dos vehículos / ACN
La normativa también contempla la creación de un triángulo virtual que se activará en el sistema a bordo del vehículo que permite alertar de la presencia de un peligro próximo. Este, sin embargo, no será obligatorio, sino de carácter voluntario y solo podrán obtenerlos aquellos vehículos conectados por medios telemáticos con el Punto de Acceso Nacional en materia de Tráfico y Movilidad.
Además, este decreto también establece que, por norma general, la operación de auxilio en la carretera (reparación o retirada) "se tiene que hacer de la forma más segura posible para todos los usuarios de la vía". Por eso, estas tareas no se deben llevar a cabo en el lado contiguo al flujo de tráfico, y los operarios tienen que comunicar el geoposicionamiento del vehículo inmovilizado.a través de medios telemáticos a la autoridad competente en materia de Tráfico.
"Cuando así actúan, los vehículos de auxilio tendrán preferencia de paso y podrán estacionar en la vía pública para realizar la correspondiente operación", ha precisado la DGT en el comunicado.
Además, las labores de auxilio las tendrán que llevar a cabo operarios formados con los conocimientos necesarios y durante el rescate tendrán que utilizar los equipos de protección individual que prevé la normativa sectorial de aplicación.