Ya hace tres años que el Gobierno anunció su voluntad de convertir el aeropuerto de Girona en la cuarta pista del Prat. Un proyecto que se tiene que concretar con la llegada del AVE a la infraestructura a través de la instalación de una nueva estación ferroviaria en Vilobí d'Onyar, La Selva. Ahora el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha anunciado la licitación del estudio informativo de la nueva estación, que tiene que estar situada en la línea de alta velocidad Barcelona-Frontera Francesa.
Según ha explicado el ministerio en un comunicado que recogen varias agencias, el trabajo tiene que servir para analizar las soluciones para la ubicación y diseño de la nueva estación ferroviaria en el aeropuerto y tendrá un coste de 284.592 euros. Ha recaído en la empresa SAITEC, S. A., que tendrá que estudiar alternativas para la estación en un plazo de 24 meses.
Concretamente, en este trabajo se contemplará "tanto el análisis de la ubicación, como el análisis funcional y esquema de vías, así como el diseño del edificio de la estación y la conexión con el aeropuerto" para "satisfacer las necesidades de transporte actuales y futuras racionalizando las inversiones".
El proyecto de la nueva estación fue anunciado durante una visita a Catalunya del entonces ministro de Foment, el popular Íñigo de la Serna, en la cual explicó que esta era la solución para "oxigenar" las instalaciones de El Prat de manera "rápida". Después de la moción de censura, el ejecutivo socialista hizo suyo el proyecto y en el 2019 se firmó el protocolo de colaboración entre Adif y Aena para la construcción de la estación de alta velocidad.
En aquel momento, José Luís Ábalos, ministro de Foment, ahora de Transportes, explicó que el ejecutivo destinaría 360 millones de euros al proyecto. Se trata de una infraestructura largamente demandada por el territorio y la Generalitat, que la propuso ya en el 2011. Hace sólo unos días que desde la cancelleria de Territori i Sostenibilitat se insistía en la creación de una gestión integrada de los aeropuertos catalanes –Barcelona, Girona y Reus– a través del ferrocarril.