Un total de cinco tramos de carreteras de la provincia de Girona están cortados este lunes por la mañana a causa de las inundaciones que han dejado los aguaceros de este domingo. Las carreteras cortadas son la C-253 en Calonge, la GIV-6216 en Sant Pere Pescador, la C-66 en Corçà, la GI-633 en Sant Jordi Desvalls y la GI-643 en Serra de Daró.
Hasta la noche de este domingo, los Bombers tuvieron que atender 338 servicios, de los cuales 274 correspondían a las comarcas de Girona, por incidencias relacionadas con la lluvia. Por su parte, Protecció Civil atendió 541 llamadas derivadas de la alerta del Plan Inuncat de inundaciones, de las cuales casi la mitad eran de las comarcas gerundenses.
En Vilatenim (Alt Empordà), uno de los municipios más afectados por el temporal, se tuvieron que desalojar una veintena de vecinos por la crecida del río Manol. Los Bombers los trasladaron al consejo municipal de Vilatenim.
Como consecuencia de las crecidas de los ríos, la Guàrdia Urbana de Figueres pidió a la población que evitara los desplazamientos, y que intentara no acercarse a ríos y acequias, o rieras ni a pie, ni tampoco en coche, por el peligro que suponía la crecida de su caudal.
Aunque los episodios de lluvia corresponden a la jornada del domingo, todavía hay afectaciones como la suspensión de clases en todos los centros educativos de Figueres. Sin embargo, se ha decidido dejar las escuelas abiertas para que los niños que lo quieran puedan comer en el centro y realizar las actividades extraescolares.
Durante la mañana de este lunes, los Bombers revisarán la zona afectada por las inundaciones ahora que el nivel del río Manol se ha reducido a los 106cm, de los 308 cm a los que llegó ayer con su desbordamiento. El caudal de los ríos va a la baja pero Protecció Civil alerta que todavía sigue muy elevado en l'Onyar, el Ter y el Llobregat de Muga. A pesar de que ha dejado de llover y la situación se está normalizando, se recomienda evitar ríos y riveras en el Alt i Baix Empordà.