Los Mossos d'Esquadra investigan los incidentes que ayer, antes del partido entre el FC Barcelona y el Nápoles, se produjeron junto al Estadio Olímpico de Montjuïc, cuando aficionados del Barça arrancaron una valla y quisieron acceder hasta los aficionados italianos que estaban accediendo al estadio escoltados por los Mossos d'Esquadra. En total una quincena de agentes han resultado heridos, todo y que de poca consideración.

Según ha podido saber ElNacional.cat, sin embargo, el herido más grave es un agente de la Brigada Mòbil que tiene una rotura del tendón de Aquiles, si bien no fue por ningún impacto durante la reyerta con los Boixos Nois. El agente, al arrancar la carrera hacia la zona de la valla rota, para evitar la incursión de los ultras del FC Barcelona, se lesionó. Los otros heridos son leves, por contusiones, por los impactos que recibieron por parte de los aficionados del Barça. Durante el momento del asalto, y durante casi 30 minutos, cuando los Mossos los contuvieron en la zona de los jardines de Ramon Margalef y López, los ultras del Barça hicieron lanzamientos de bengalas, botellas de cristal y piedras contra la policía. Cuando faltaba una hora para el partido los Mossos dispersaron al centenar de personas que quedaban en la zona y que seguían haciendo lanzamientos a la policía. No consta que haya detenidos y la investigación, con el análisis de las cámaras de seguridad, servirá para poder identificar a los responsables del asalto.

Imagen del agente herido, en el tendón de Aquiles, durante la carrera para detener la incursión de los Boixos Nois / GRS

Subida tranquila en el Estadio de los ultras del Nápoles

Los ultras del Nápoles habían salido en torno a las seis de la tarde de la plaza Real, junto a las ramblas, y escoltados por un dispositivo de la Brigada Mòbil de los Mossos llegó hasta plaza de Espanya y después enfilaron hasta la explanada del Estadio. Los antidisturbios de la policía catalana los guiaron, para evitar que entraran por calle que no estaban previstas. Todo el recorrido transcurrió sin incidentes. Intentaron entrar por alguna calle, pero los agentes de la Brigada Mòbil los recondujeron. Por la conflictividad de los aficionados italianos que siguen el Nápoles, los Mossos desplegaron un dispositivo con mucha fuerza, sobre todo, sufriendo por el transcurso del recorrido por el interior de la ciudad, pero funcionó y, sin incidentes, pudieron acceder al estadio todos los que tenían entradas.

Fue, sin embargo, cuando los ultras del Nápoles llegaron al estadio que los aficionados del FC Barcelona, que estaban concentrados donde habitualmente esperan antes de los partidos, que arrancaron una de las vallas e intentaron acceder a la explanada, donde había los aficionados italianos, un hecho que hubiera podido acabar con graves disturbios. Los Mossos se desplegaron para evitar el enfrentamiento y detener la incursión de los Boixos Nois.

Estos incidentes, que recuerdan la cara más fea del fútbol, y que parecía erradicada, cuando menos en Catalunya, fueron los únicos registrados durante la previa y también después del partido, que ganó el Barça 3-1 con un partido genial del gerundense Pau Cubarsí y del capitán reusense Sergi Roberto. El viernes se conocerán los próximos ultras que visitarán Barcelona.