Los Agents Rurals quizás son el cuerpo operativo del departamento de Interior -forman parte desde inicio de la legislatura, antes dependían de Agricultura- menos conocidos, si los comparamos con los Mossos d'Esquadra o los Bombers de la Generalitat. Para desarrollar sus tareas, las que el Estatuto les otorga como competencias, en el medio natural y en el control de fauna, los Agents Rurals tienen varias especialidades, algunas en el ámbito básico y otros en el ámbito territorial y nacional, como los grupos especiales de Venenos y Antifurtivismo (GEVA), de Gestión Cinegética y Captura de Animales (GECA), canino (GSC) y de Colaboración con la Justicia (GECAJ).

Más allá de las investigaciones de los incendios forestales, que se hacen en el ámbito básico, desde las áreas que tienen desplegadas en cada comarca del país, o de las investigaciones de caza furtiva que hacen los agentes especiales del GEVA, los Agents Rurals también reciben encargos, en el marco de sus competencias, como el control de la montaña de Montserrat. ElNacional.cat ha podido acompañar a un grupo de agentes que se han desplegado en esta zona, a caballo entre el Bages y el Baix Llobregat, en un operativo para revisar las muchas ermitas que hay en la montaña, comprobar el cumplimiento de la normativa e identificar a las personas que tienen intención de pasar la noche.

 

El helicóptero de los Agents Rurals recoge un binomio desde la ermita de Santa Cecília y los deja en la parte alta de la montaña, desde donde bajarán, durante casi cuatro horas de caminata, hasta el Monasterio de Montserrat. Mientras ellos hacen esta ruta, que se inicia en la ermita de Sant Jeroni y pasa por Trinitat, por Santa Anna y Sant Benet, otro binomio de Agents Rurals repasa las ermitas del otro lado, Sant Jaume, Sant Joan y Santa Magdalena.

Los Agents Rurals tienen como objetivo repasar todas las ermitas de la zona para recordar a las personas que pueden estar pernoctando de las normas básicas. La primera, que para hacer noche en una de estas ermitas -adecuadas como refugios de montaña no guardados- es inscribirse, de manera gratuita, en la web del Patronat de la Muntanya de Montserrat. Aunque no todo el mundo cumple, cada vez hay más gente que lo sabe y hacen saber al Patronat que pernoctarán en alguna de las ermitas que hay abiertas en la montaña. Tener registrados los excursionistas o los escaladores que pasan la noche en la montaña es muy importante por si hace falta desalojar o evacuar a todo el mundo ante alguna emergencia como un incendio forestal que pueda afectar a Montserrat.

Agents Rurals durante el dispositivo en la montaña de Montserrat / Guillem RS

Las otras normas que los Agents Rurals recuerdan a las personas que están instaladas en las ermitas son más básicas y más conocidas, si bien no todo el mundo se acuerda de cumplirlas. La más importante, la prohibición de hacer fuego, y más ahora, con una situación de sequía y con el riesgo de incendio forestal a nivel alto.

Control de las ermitas de Montserrat

Los Agents Rurals identifican a todas las personas que encuentran a las ermitas, para confirmar si se han registrado en el Patronat y también para saber quién hay en la montaña. Algunas de estas ermitas están apartadas de los caminos y pueden ser lugares perfectos para quien se quiera esconder de alguna cosa. Los Agents Rurals pasan, desde su sala de control, la identificación por la base de datos que comparten con los Mossos d'Esquadra.

Uno de los agentes que participa en el dispositivo explica que ya se han encontrado en otros controles en zonas perdidas personas que estaban en busca y captura por la policía. Los Agents Rurals, como policía judicial, podrían llegar a practicar la detención, o bien esperar la llegada de una patrulla de los Mossos d'Esquadra que se hicieran cargo de la persona que tiene que ser detenida y entregada al juez.

Arma larga y chaleco antibalas

Desde el doble asesinato de Aspa, de 2017, cuando dos agentes de Agents Rurals fueron disparados por un cazador, los patrullajes y los controles de paso se hacen con un refuerzo de la autoprotección. Por protocolo, los Agents Rurals no tienen contacto con ciudadanos si no es con patrullas de como mínimo dos efectivos y cuándo se hacen controles o inspecciones en zonas de montaña o de caza, los agentes que intervienen lo hacen con chaleco antibalas y uno de los agentes lleva un arma larga para poder reaccionar ante cualquier reacción.

Si bien es cierto que desde que incrementaron el nivel, con el arma larga, los chalecos y una uniformidad más táctica, con una boina, no han tenido ningún problema, y aseguran que este sistema ya condiciona la reacción de la ciudadanía ante la presencia de los Agents Rurals. Sin embargo, hace tiempo que desde Interior se está batallando para conseguir que los miembros del cuerpo de Agents Rurals puedan tener de dotación arma corta, un hecho que mejoraría mucho la seguridad personal de los funcionarios. Hoy por hoy, sin embargo, se encuentran de cara con la negativa del ministerio del Interior español que es quien lo tiene que autorizar y que, de momento, no quiere oír ni a hablar.

Uno de los efectivos de los Agents Rurals, en Montserrat / Guillem RS

Cada vez más civismo en el bosque y la montaña

Después de horas andando, aunque de bajada, pero yendo ganando los desniveles para acceder a las ermitas que se tenían que inspeccionar, ya de noche, los dos Agents Rurals llegan al Monasterio, donde les espera el coche para retornar.

La montaña estaba más vacía de lo que es normal. Los agentes, expertos y experimentados, hacen quinielas: un aviso de mal tiempo, que es final de verano y la gente ya está agotada... sea lo que sea, los dos efectivos que han participado en el dispositivo de hoy celebran que las personas que se han encontrado, y cada vez es más así, cumplen las normas y cada vez es más complicado encontrarse actitudes incívicas en la montaña. Los últimos años, explican, han notado cómo la gente ha hecho un cambio de actitud y ahora el respeto a medio natural es mucho más alto por parte de todo el mundo. Recuerdan, aquí en Montserrat y otros lugares del país, donde se habían hecho un hartón de levantar campamentos en zonas no permitidas y tener que perseguir personas haciendo hogueras y barbacoas en lugares peligrosos.