Colas para entrar al Primark de Barcelona, el Harrods de Londres acaba la intervención de la policía para dispersar concentrados sin mascarilla y centros comerciales como la Halles de París con horas de espera para poder acceder. La imagen se repite por todo el mundo. Estamos en la previa de Navidad y las ganas para salir, preparar las fiestas y romper con las medidas más restrictivas se han hecho evidentes en todas partes.
La imagen deja un mensaje claro: los gobernantes no tienen ningún tipo de capacidad para convencer a su ciudadanía del peligro de un rebrote o una tercera ola inminente por coronavirus. Exceptuando casos como el de Harrods, donde la mayoría ni llevaban mascarilla, las otras imágenes no denotan que nadie se salte las normas. ¿Ahora bien, estas avalanchas, por mucha distancia mínima que pueda haber o mascarillas homologadas, pueden frenar la propagación de un virus con centenares de personas reunidas en pocos metros cuadrados?
Algunas imágenes, a modo de ejemplo, que nos llegan. Las Halles de París, una hora de cola por entrar:
Distrito Dó Bras en Sao Paulo, el Brasil, personas amontonadas la una detrás de la otra.
Los grandes almacenes de Harrods en Londres. Las imágenes se produjeron ayer sábado a las 17.30h de la tarde y también se repitieron en calles paralelas como Harvey Nichols. También se vivieron imágenes de violencia, dos se pelearon y una decena se les acusa de un delito al orden público. La multitud se dispersó pero crean un precedente en la manera de entender el desconfinamiento progresivo de los ingleses.
Puerta del Sol en Madrid, donde incluso hacen mofa con un cartel: "Hoy, gran oportunidad de Covid".