Los médicos catalanes o formados en Catalunya tienen que pasar por un estricto control de calidad antes de ejercer su profesión, que pasa por la exigencia de un alto nivel académico, con una nota de corte muy alta (para el curso 2024-2025 en la UAB la nota de corte fue de 12,586) para acceder a la facultad de medicina y unos filtros muy estrictos, a causa del número limitado de plazas y a la alta demanda. Pero precisamente la necesidad de que tiene el sistema de salud de tener médicos, hace que los facultativos que llegan de fuera puedan ejercer sin haber pasado por este altísimo nivel de preparación que se exige a los médicos formados en casa, o cuando menos, sin tener las garantías que esta preparación sea la misma. Este agravio comparativo que penaliza a los médicos formados aquí es el que ha denunciado al presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, que ha culpado de esta situación a la falta de planificación de las administraciones. Una falta de planificación que hace que se tenga que ir a buscar a médicos de otros países e "importarlos por la puerta de atrás".

Más nuevos colegiados formados fuera

Padrós, que este verano dejará la presidencia del COMB después de una década en el cargo, al agotar la limitación de tres mandatos, ha sido entrevistado por el programa Vía Lliure de RAC1, a raíz de los datos ha hecho públicos El Periódico, en los que se constata que cada vez es mayor la presencia de médicos formados fuera de la Unión Europea, la mayoría procedentes de la América Latina (Venezuela, Colombia, Argentina, Cuba y el Perú), algunos de los cuales pueden trabajar sin haber hecho el MIR. Según estos datos, los nuevos colegiados extracomunitarios ya representan el 56% (más de la mitad) de los nuevos colegiados del COMB en 2024, cuando hace una década eran el 40%. El COMB se queja de que faltan plazas para estudiar la carrera de Medicina y que muchos alumnos catalanes se quedan fuera por unas notas de corte muy altas que esta falta de plazas provoca.

El presidente de los médicos de Barcelona ha recordado que hace años que advierten que se daría esta situación, y responsabiliza a la falta de planificación de las administraciones. "Tenemos uno de los mejores MIR, pero no formamos a los especialistas que necesitamos. No tenemos el número de médicos que el país necesita", señala. El MIR (Médico Interno Residente) es el examen de ámbito estatal que permite a los médicos acceder a una plaza de formación especializada en el sistema de salud público. Un examen que evalúa los conocimientos teóricos y prácticos de los aspirantes, clasificándolos según su puntuación para asignarlos plazas en programas de residencia hospitalaria. El MIR no solo incluye el examen, sino también un periodo de formación especializada que dura entre 3 y cinco años dependiendo de la especialidad.

"Les hemos puesto un embudo"

Pero la falta de plazas en las universidades contrasta con la necesidad de médicos que tiene el sistema de salud catalán, lo que hace que se tengan que importar médicos de fuera, sin que hayan pasado por el sistema de grado y posgrado que se les exige a los estudiantes formados en las universidades catalanas para ejercer la medicina. "Hay centenares de buenos estudiantes que querrían hacer Medicina y les hemos puesto un embudo", asegura Padrós. El problema se agrava porque no se forman tantos médicos en Catalunya como se necesitan, y considera una anomalía que tan solo uno de cada tres médicos que se colegian sean catalanes.

Los nuevos médicos extracomunitarios que ejercen en Catalunya son especialistas en sus países, y pasan por un sistema de homologación, pero el COMB reconoce que algunos "tienen una formación dispar" y no han pasado los mismos filtros exigentes que los estudiantes formados aquí, además de sufrir algunas disfunciones como el poco conocimiento del propio sistema o del idioma. Pedrós matiza que "no decimos que la calidad sea inferior, vienen médicos preparados, pero a veces no sabemos cuál es su preparación". El presidente del colegio no quiere estigmatizar el origen de estos médicos, sino que lo que hay que tener en cuenta es su formación y ha insistido en que "si vienen los mejores médicos del mundo son bienvenidos". Estos médicos tienen que pasar por un proceso de homologación de sus títulos académicos, que depende del Gobierno, y que implica una burocracia que en algunos casos se alargue durante años. Mientras tanto, los médicos ejercen porque en Catalunya los necesitamos, afirma Padrós, que también ha negado que los médicos catalanes se marchen fuera a trabajar buscando mejores condiciones laborales, y ha asegurado que el número que lo hace es irrisorio.