Un equipo de científicos ha descubierto escarcha en los inmensos volcanes Tharsis de Marte, situados cerca del ecuador del planeta, un lugar donde se creía imposible que hubiera hielo. El hallazgo ha puesto en duda las hipótesis sobre la dinámica climática del planeta rojo. "Pensábamos que era improbable que se formara escarcha en torno al ecuador de Marte, ya que la mezcla de sol y atmósfera delgada mantiene las temperaturas relativamente altas durante el día, tanto en la superficie como en la cima de las montañas, a diferencia de lo que vemos en la Tierra", explica Adomas Valantinas, quién ha dirigido el estudio de la Universidad de Berna, en Suiza, el cual se ha publicado en la revista Nature Geoscience. El descubrimiento muestra que hay "procesos excepcionales en juego que permiten la formación de escarcha", reconoce el investigador. "Lo que estamos viendo puede ser un remanente de un antiguo ciclo climático en el Marte moderno, donde hubo precipitaciones y tal vez incluso nevadas en estos volcanes en el pasado", afirma.
Comprender dónde puede haber agua en Marte y cómo se comporta es importante para las futuras misiones y para la exploración humana en este planeta. Gracias a las imágenes del planeta hechas en color y alta resolución por la Agencia Espacial Europea desde 2018, el equipo dirigido por Valantinas ha podido descubrir escarcha marciana por primera vez muy cerca del ecuador planetario. La escarcha solo resiste unas horas después de la salida del sol, antes de evaporarse con la luz solar y es sumamente fina, de centésima de milímetro de grosor, o tan ancha como un pelo humano. No obstante, se calcula que esta escarcha ocupa un área muy vasta que esconde unas 150.000 toneladas de agua que pasan de la superficie a la atmósfera cada día durante las estaciones frías, el equivalente en unas sesenta piscinas olímpicas.
La región Tharsis, donde se ha encontrado la escarcha, alberga numerosos volcanes, muchos de ellos colosales, que se elevan por encima de las llanuras circundantes a alturas que oscilan entre una y dos veces la del Monte Everest de la Tierra. El monte Olimpo, por ejemplo, es tan ancho como Francia y mide unos 21 kilómetros de altura. La escarcha se derrama por las calderas de los volcanes, que son grandes cavidades en sus cimas creadas durante pasadas erupciones. Los investigadores creen que la forma en que circula el aire por encima de estas montañas crea un microclima único que permite la formación de las finas placas de escarcha. Modelizar cómo se forma la escarcha podría ayudar a revelar secretos de Marte, como comprender dónde existe agua y cómo se mueve, así como entender la compleja dinámica atmosférica del planeta, esencial para futuras exploraciones y la búsqueda de posibles señales de vida.
Escarcha después del hielo
En enero, la sonda Mars Express ya permitió hacer un insólito descubrimiento. Bajo la superficie de Marte, en la región del ecuador del planeta rojo, se encontró lo que podría ser agua. Los posibles depósitos bajo la superficie marciana se localizaron en el 2007, llegando a una profundidad de hasta 2,5 kilómetros, pero los investigadores no habían conseguido revelar qué contenían. Ahora, tecnología de última generación ha permitido descubrir que se trataría de una inmensa cantidad de hielo en forma de capas gigantes, y que llegarían a una profundidad de hasta 3,7 kilómetros de grosor. La cantidad de agua encontrada sería suficiente para llenar el Mar Roig de la Tierra, y si se llevara a la superficie y descongelara recubriría todo el planeta rojo con una extensa capa de entre 1,5 y 2,7 metros profundidad.