El progreso hacia un planeta más sostenible es un compromiso que implica a todo el mundo. En este horizonte, el saneamiento se convierte en un pilar fundamental para garantizar la salud pública, además de un factor crucial en la lucha contra la emergencia climática. Una gestión adecuada de las aguas residuales contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que se liberan cuando los residuos se acumulan sin tratamiento.

Además, una infraestructura resiliente de saneamiento ayuda a prevenir la contaminación de los recursos hídricos, cosa que se hace todavía más urgente en un contexto de escasez hídrica como lo que sufre Catalunya y gran parte de la cuenca mediterránea.

No es casual que las Naciones Unidas (ONU) celebren el 19 de noviembre el Día Mundial del Saneamiento (o del inodoro) ni que el acceso universal en el agua potable y en inodoros seguros el año 2030 figure entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Unos hitos que a estas alturas todavía están lejos de alcanzarse: 3.500 millones de personas siguen sin disponer de servicios de saneamiento gestionados de manera segura. El saneamiento de millones de personas está amenazado a causa de los conflictos, el cambio climático, los desastres y la falta de gestión. Es ineludible, pues, apostar por medidas que protejan el acceso de las personas al saneamiento.

3.500 millones de personas siguen sin disponer de servicios de saneamiento gestionados de manera segura.

Innovación y anticipación ante desastres naturales

El episodio reciente de la DANA en la cuenca mediterránea a finales de octubre, con lluvias torrenciales que se aproximaron a los 500 litros por metro cuadrado en algunos puntos del entorno de València, inundaciones repentinas, desbordamientos de ríos y tornados, ha ocurrido el acontecimiento natural más destructivo del siglo XXI en España, y nos envía un mensaje claro: el cambio climático ya es una realidad y hay que tomar medidas para mitigarlo.

En este sentido, en Aigües de Barcelona ya se trabaja en proyectos para anticiparse al impacto de fenómenos naturales como las inundaciones. En el ámbito del saneamiento, la compañía está desplegando, por encargo del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), el Plan integral de gestión de los sistemas de saneamiento de Gavà- Viladecans.

La iniciativa servirá para caracterizar el funcionamiento de los sistemas de saneamiento y drenaje de manera integral, lo que permitirá planificar las infraestructuras para mejorar el funcionamiento y reducir el impacto de posibles desbordamientos.

Aigües de Barcelona trabaja en proyectos para anticiparse al impacto de fenómenos naturales. 

Además, Aigües de Barcelona se encarga de la gestión de varios depósitos de retención de aguas pluviales, situados en Badalona, l'Hospitalet, Sant Joan Despí y Gavà. Estas instalaciones contribuyen a retener las aguas cuando llueve, y a minimizar el impacto en la vía pública ante episodios de lluvias intensas. En el 2023, estos depósitos consiguieron retener cerca de 160.000m 3 de agua de lluvia.

Asimismo, en relación con el mantenimiento del alcantarillado municipal, la compañía apuesta por la innovación tecnológica, con sistemas de gestión avanzada que inspeccionan el estado de limpieza de los colectores, y otros elementos de la red como sumideros y estaciones de bombeo de aguas residuales y pluviales.

Eso reduce el riesgo de obstrucción y, al mismo tiempo, facilita el mantenimiento de la red, lo que permite mitigar el impacto de episodios de fuertes lluvias.

Soluciones efectivas y sostenibles

En el contexto actual de emergencia climática, Aigües de Barcelona sigue implementando soluciones circulares y sostenibles para satisfacer la demanda hídrica y asegurar una gestión resiliente y eficaz del saneamiento y la depuración de las aguas residuales del área metropolitana de Barcelona.

Fiel a su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente, la compañía está transformando las depuradoras tradicionales para convertirlas en ecofactorías: fábricas energéticamente autosuficientes capaces de transformar los residuos que llegan a las plantas en productos útil para la agricultura, la construcción o la movilidad.

Una reutilización que ha posibilitado que la compañía ponga en valor el año 2023 la totalidad de los lodos que se generan en las depuradoras para hacer compuesto, fertilizando o producir un biogás que se aprovecha energéticamente.

En este sentido, el año pasado la compañía generó más de 8,9 millones de kWh de energía térmica con cogeneración de biogás y más de 9,6 millones de kWh de energía eléctrica, correspondiente al consumo de energía de 55 días de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDARs) del Baix Llobregat, Gavà-Viladecans y Sant Feliu. Casi el 100% de la energía que consume Aguas de Barcelona tiene origen renovable.

 La compañía cuenta con sistemas de gestión adelantada|avanzada para el mantenimiento del alcantarillado municipal.
La compañía cuenta con sistemas de gestión avanzada para el mantenimiento del alcantarillado municipal / Foto: Aigües de Barcelona.

Regenerar para garantizar el ciclo del agua

La compañía considera esencial apostar por recursos hídricos alternativos como el agua regenerada, que es el agua depurada que se somete a un tratamiento adicional para hacerla apta para usos urbanos, ambientales, industriales o agrícolas. En el 2023, Aguas de Barcelona regeneró 57,9 hectómetros cúbicos de agua residual depurada, cifra que equivale al agua que consume durante un año un millón y medio de personas.

La regeneración permite no depender de la lluvia, disminuir la dependencia del agua superficial y subterránea (ríos y acuíferos) y también, muy importante, reducir la huella hídrica, ya que para producirla no se extrae recurso hídrico del medio. El coste energético de la reutilización del agua regenerada es muy inferior al de la desalinización, lo que se traduce también en una menor pisada de carbono.

En la actualidad se está bombeando agua regenerada desde la estación de regeneración del Baix Llobregat aguas arriba del río hasta Molins de Rei para reutilizarla como agua prepotable. De esta manera, se aporta agua regenerada al río para que la planta potabilizadora de Sant Joan Despí la capte aguas abajo y la trate de nuevo para convertirla en agua potable y continuar el ciclo del agua.

En el 2023, Aigües de Barcelona regeneró 57,9 hectómetros cúbicos de agua residual depurada, cifra que equivale al agua que consume durante un año un millón y medio de personas.

La importancia de las alianzas

La compañía, además, profundiza en el compromiso de estrechar la colaboración con las administraciones y el resto de agentes implicados en la gestión del agua en el entorno metropolitano.

Por eso está finalizando el plan director metropolitano de agua regenerada, por encargo del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), y ejecuta un plan de inversiones para aprovechar todos los recursos hídricos disponibles, reforzar nuevas fuentes de recurso, como el agua regenerada, y aumentar la resiliencia de las infraestructuras del ciclo integral del agua.

Además, apuesta por consolidar la sostenibilidad de grandes acontecimientos de Barcelona, como las carreras deportivas, los festivales y competiciones emblemáticas como la Copa América. Más de 50 embarcaciones, incluidas la ganadora, del Emirates Team New Zealand, las embarcaciones de la competición juvenil y femenina y también la flota de la organización, utilizaron agua regenerada, aportada por Aigües de Barcelona, para la limpieza y el mantenimiento de los barcos.

El Día Mundial del Saneamiento nos recuerda pues la importancia de gestionar el saneamiento de una manera eficiente y responsable. En este sentido, la reutilización de los recursos que se tratan a las estaciones depuradoras es una solución imprescindible para un futuro más sostenible. El futuro del planeta pide gestos así.