La muerte del papa Francisco ha puesto de manifiesto las diferencias de una Iglesia católica dividida entre dos grandes bloques: el ala conservadora, contraria a muchas de las reformas impulsadas por el pontífice argentino, y el sector progresista o reformista, que da apoyo a la continuidad de estos cambios. Aunque esta tensión no es nueva, la celebración del próximo cónclave que tiene que escoger al sucesor del papa Francisco se presenta como uno de los más polarizados de las últimas décadas. La junta de los cardenales electores se reunirá entre 15 y 20 días después de la muerte del Papa, el pasado 21 de abril, y se prevé una dura pugna entre los dos sectores. Después de un pontificado marcado por las reformas que introdujo Jorge Mario Bergoglio, la facción más conservadora quiere recuperar el control de la iglesia y algunos de sus cardenales están acaparando la atención mediática de estos días previos al cónclave. Ha sido el caso del alemán Gherard Ludwig Müller, exprefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (el antiguo Santo Oficio), que ha concedido dos entrevistas que han levantado polvareda y han calentado el cónclave por sus críticas a Francisco y una visión alarmista de lo que puede suceder si vuelve a ser escogido un papa de su perfil liberal.

Rechazo a las reformas de Francisco

Los cardenales conservadores, liderados por figuras como Müller, han manifestado abiertamente su rechazo a las reformas de Francisco y han pedido revertirlas. El alemán ha llegado a calificar el pontificado de Francisco como una amenaza a la ortodoxia y ha advertido sobre el peligro de escoger "un papa hereje" que siga la línea reformista. En una entrevista en el diario italiano La Repubblica, Müller afirmó que con la muerte del papa Francisco "se ha acabado un capítulo en la historia de la Iglesia" y señaló que, aunque el juicio final corresponde a Dios, sobre el pontificado de Francisco hay "opiniones diferentes". El alemán ha rechazado el acuerdo con China comunista para el nombramiento de obispos, ha considerado "contraria a la doctrina de la iglesia" la bendición de parejas homosexuales, ha criticado la inclusión de laicos y laicas con derecho al voto en el Sínodo de Obispos y también su designación al frente de dicasterios vaticanos, y con respecto al islam, sostiene que aunque es posible el diálogo, tiene que evitarse todo relativismo y cuestionó que alguien que dice creer a Dios puede asesinar en su nombre.

En otra entrevista concedida a The Times, Müller fue todavía más lejos e insinuó que Francisco ha sido un papa hereje, y que las consecuencias de qué vuelva a salir un pontífice que defendiera sus ideas sería "catastrófico" para la iglesia. Para Muller, la cuestión no es entre conservadores y liberales, sino entre ortodoxia y herejía. "Ruego para que el Espíritu Santo ilumine los cardenales, porque un papa hereje que cambia cada día de opinión dependiendo de lo que dicen los medios de comunicación sería catastrófico", declaró el exprefecto de Doctrina de la Fe, teólogo y elector (tiene 77 años), que está considerado uno de los cardenales de mayor peso del Colegio Cardenalicio. En la entrevista en el diario británico, Müller sostiene que "el próximo Papa no tendría que buscar el aplauso del mundo secular, que ve la Iglesia como una organización humanitaria que hace tareas sociales".

"El catolicismo no es obedecer al papa"

El cardenal alemán considera que la elección de un papa ortodoxo es esencial para evitar un posible cisma en la iglesia, por eso, preguntado si promovería su visión doctrinal del catolicismo durante las reuniones previas al cónclave, Müller fue tasando. "Lo tengo que hacer, le debo a mi conciencia". De la misma manera, defendió que "ningún católico está obligado a obedecer una doctrina errónea" y subrayó que "el catolicismo no se trata de obedecer cegamiento al papa sin respetar las Sagradas Escrituras, la tradición y la doctrina de la Iglesia".

Con respecto a las congregaciones generales previas al cónclave, el cardenal expresó su deseo de que los cardenales no se dejen llevar por la imagen favorable de Francisco en los medios. "Está el riesgo que digan: 'Tenemos que continuar'", dijo, insistiendo en que tienen que escoger a un líder capaz de unificar la Iglesia en la verdad revelada".

Críticas en la película 'Cónclave'

Müller también se mostró muy crítico con la película Conclave, dirigida por Edward Berger y escrita por Peter Straughan, basada en la novela homónima de Robert Harris, que ganó el Oscar al mejor guion adaptado en la pasada edición de los premios, y optó a ocho estatuillas. La película ha vuelto a reavivar después de la muerte del papa Francisco, y volverá a exhibirse en los cines. El cardenal alemán tildó el filme de "propaganda anticristiana" y afirmó que "podría haber sido producida en la época de Hitler o Stalin". Según Müller, la película transmite la idea de que "todos los cardenales son estúpidos y corruptos", y considera "estúpido, ridículo e idiota" que en la trama se presente un cardenal como una "persona intersexual". Para el cardenal conservador, la película no refleja la realidad del cónclave, ya que "no se trata de un juego de poder protagonizado por personas ingenuas que buscan manipular, como muestra esta película, "que no tiene nada que ver con la realidad". Aunque admitió no haber visto la película completa, aseguró que ha visto clips y leído críticas, cosa que considera lo suficiente para formarse una opinión.