El año 2022 las estaciones meteorológicas de todo el mundo registraron temperaturas extremadamente calientes. En tierra firme este patrón se ha repetido por todos los confines del globo, pero también en mares y océanos. El año pasado se registraron las temperaturas más altas en estas masas de agua. Hace falta tener en cuenta que más del 90% del exceso de calor atrapado por las emisiones de gases de efecto invernadero lo absorben los océanos, hecho que demuestra el gran impacto que tiene el cambio climático, según informa The Guardian.
Los registros sobre la temperatura de los océanos empiezan alrededor de los años cincuenta. Desde entonces se ha podido observar cómo los océanos estaban progresivamente más calientes. Sin embargo, no fue hasta el año 1990 que se percibió una aceleración que nos acercaba al desastre actual.
Las temperaturas de los mares y los océanos tienen un gran efecto en el clima de todo el mundo. De estas depende la formación de huracanes y tifones, por ejemplo. De manera, siendo mar y océanos los que reciben el impacto más duro del calentamiento global, también son grandes causantes de fenómenos extremos. Como si se tratara de un gran efecto dominó.
Los ciclos del agua, alterados peligrosamente
Según un equipo de científicos internacionales, el impacto del aumento de la temperatura de estas masas de agua genera una mayor variabilidad climática. "Los ciclos energéticos y del agua de la Tierra se han alterado profundamente a causa de la emisión de gases de efecto invernadero por las actividades humanas, provocando cambios generalizados en el sistema climático de la Tierra," concluyen en declaraciones en el diario británico y añaden: "Estamos teniendo un clima más extremo a causa del calentamiento de los océanos y eso tiene consecuencias tremendas en todo el mundo".
Los expertos apuntan que con el fin de evitar más catástrofes provocadas por el calentamiento de los océanos hay que llegar a un objetivo ambicioso: que la humanidad no emita gases de efecto invernadero. Hasta entonces la temperatura de las aguas de mares u océanos seguirán aumentando incansablemente.
Progresos en la lucha contra el cambio climático
Si bien el objetivo de reducir a cero las emisiones parece ahora ambicioso, lejano e imposible, también lo parecía en los años 90 la restauración de la capa de ozono y, ahora, es una realidad. La capa de ozono se recuperará en cuatro décadas y evitará hasta 0,5 grados de calentamiento global. Es la principal conclusión de un panel de expertos que cuenta con el apoyo de la ONU, el cual ha presentado el informe de evaluación cuatrienal del Protocolo de Montreal sobre sustancias que destruyen la ozonosfera.