Barcelona sufre, así lo demuestran las encuestas de percepción ciudadana, inseguridad. Los datos, en cambio, aseguran a los políticos, demuestran que la capital de Catalunya es segura. Lo dice el responsable de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Albert Batlle, y también la jefa de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, la comisaria Marta Fernández.
Los últimos datos, las que publicaron consistorio e Interior, del dispositivo de verano, aseguran que los delitos bajaron un 12% en relación con los meses de julio y agosto de 2019, el último curso comparable antes de la pandemia. Sin embargo, hace falta tener en cuenta que el turismo todavía no se ha reactivado al 100%, que muchos ciudadanos pasan de denunciar -una encuesta del Ayuntamiento lo detalla- y que el año 2019 fue el peor año que se recuerda.
Barcelona no es una metrópoli latinoamericana, según Batlle
Los hechos, sin embargo, más allá de los datos fríos, ponen de relieve que en la Cap i Casal los asaltos violentos en medio de la calle y sobre todo los hurtos generan temor entre los ciudadanos, visitantes y turistas. En una conversación con EFE, el concejal Batlle, titular de la concejalía de Seguridad del consistorio, asegura que Barcelona es "rotundamente" segura si bien tiene "problemas puntuales". El concejal del PSC asegura que la situación de Barcelona "no tiene nada que ver con la de algunas metrópolis latinoamericanas" y equipa la seguridad a niveles comparables con ciudades europeas.
"Tenemos un problema muy grave con los hurtos, que generan inseguridad y, sobre todo, mucha percepción de inseguridad", asegura el concejal. Sin embargo, asegura que estos problemas, delitos de "baja intensidad", según él, son los que derivan de ser una ciudad de "éxito" con uno grande atractivo turístico y una ciudad que se ha convertido en punto de referencia en actividades económicas y de ferias.
Más armas blancas en la calle
A pesar de este mensaje casi triunfalista del veterano concejal de Sarrià, Albert Batlle no puede esconder la preocupación por el "perfil más violento" que se detecta en algunos asaltos y robos en la vía pública. Es un fenómeno que atribuye a la nueva delincuencia urbana comuna que se registra a las grandes ciudades, que cada vez utilizan más armas blancas. Únicamente hay que recordar el homicidio de la Mercè de este año. Una pelea entre varias personas acabó con uno apuñalado, un joven de 25 años, que acabó muriendo en el hospital. Este incremento de violencia en los asaltos, vinculado a personas jóvenes, la mayoría extranjeras, con menor oído del riesgo, es un hecho que preocupa a la policía y que ya han empezado a analizar.
Los delincuentes "han escogido Barcelona"
Diametralmente opuestos a la opinión de Batlle hay el sindicato mayoritario de la Guardia Urbana de Barcelona. Eugenio Zambrano, secretario de organización del sindicato mayoritario en la Guardia Urbana, el CSIF, también en declaraciones en EFE, asegura que Barcelona está fuera de control porque está convencido de que lo que han bajado no son los delitos, sino las denuncias, ya que muchas víctimas prefieren ahorrarse las colas comisaria.
"Estamos recogiendo lo que se ha sembrado estos ocho años [de mandato de Ada Colau]", apunta Zambrano. Critica el mensaje de política "pro-okupa, pro-manteros y pro-incivismo" que, según su opinión, promueve el alcaldesa, ya que, aunque el Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana son iguales por toda España, los delincuentes "han escogido Barcelona" porque se ha creado un "microclima delictivo" que los favorece.