El director de la selección masculina de fútbol, Albert Luque, ha sido el cuarto y último investigado al declarar ante el juez por el caso Rubiales. Luque, que ha comparecido ante el juez de la Audiencia Nacional este martes por videollamada, ha admitido que sí trató de hablar con la jugadora Jennifer Hermoso durante un viaje a Ibiza, que realizaron las jugadoras de la selección española después de ganar el Mundial, pero ha vuelto a negar que fuera para presionarla. Su viaje a Ibiza, en las mismas fechas, lo ha justificado alegando que eran amigos.
Luque está investigado junto con otros miembros de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por las presiones a las cuales habría sido sometida Hermoso para tratar que justificara públicamente el beso en la boca que el expresidente le dio después de la final del Mundial, el 20 de agosto.
Niega las coacciones a Hermoso
Albert Luque, durante su declaración desde los juzgados de Terrassa, ha negado tajantemente haber coaccionado a la jugadora para que justificara el beso que le había dado Luís Rubiales. En este sentido, ha asegurado que quería hablar con ella por iniciativa propia porque tenían una gran relación de amistad. Luque es uno de los hombres de confianza del ya expresidente de la RFEF, y antes de dirigir la selección masculina había sido su asesor. Este martes solo ha contestado a su defensa, y ha relatado que viajó a Ibiza antes de que llegaran una decena de jugadoras de la selección para celebrar el título, entre las cuales estaba la del Pachuca.
Aunque ha insistido en que coincidieron en la isla, sí que ha reconocido que intentó hablar con Hermoso, pero ella no quiso, y fue entonces cuando Luque se puso en contacto con una amiga de la internacional, con la cual mantuvo una conversación cordial. El director de la selección masculina, que ha declarado durante cerca de 30 minutos, ha afirmado que quedaron para hablar con Jenni Hermoso y su amiga al día siguiente de la llamada, pero finalmente no quedaron.
El caso Rubiales en los juzgados
Albert Luque ha sido el último de los miembros de la RFEF al declarar ante el juez por este caso. Antes que él lo hizo al exseleccionador femenino, Jorge Vilda; el director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, y el mismo Rubiales, investigado también por un delito de agresión sexual. Como Luque, todos han negado las coacciones. Al principio del mes de octubre el juez también citó a tres compañeras de selección: Alèxia Putellas, Misa Rodríguez e Irene Paredes para escuchar su versión de los hechos.
A lo largo del mes de noviembre, el juez interrogará a una serie de testigos, entre los cuales figura el seleccionador masculino, Luís de la Fuente; el exdirector de comunicación de la RFEF, Pablo García-Cuervo, la futbolista Laia Codina y el presidente del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo. Además, el día 30 de noviembre se celebrará un careo a petición de Jenni Hermoso entre la amiga de la futbolista, con quien Luque ha admitido que habló en el viaje a Ibiza, y el director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, que también estuvo en la isla durante estos días, ante las discrepancias observadas en sus versiones.