El tarraconense Alejandro Cao de Benós tiene el pasaporte retirado desde que fue arrestado por la Guardia Civil por, presuntamente, haber traficado con armas. Desde entonces que no puede salir del Estado español y se le ha complicado su modus vivendi la propaganda y aproximación de extranjeros al régimen de Corea del Norte aprovechando disponer de doble nacionalidad, española y coreana. Ahora, sin embargo, parece que tiene nuevos problemas judiciales.
Este lunes se ha hecho público que la FBI acusa, por vía del departamento de Justicia de los Estados Unidos, a Cao de Benós de haber facilitado que un hombre americano, Virgil Griffith, experto en divisas digitales, hubiera viajado a Corea del Norte, pasando por la China, para participar en un congreso en Pyongyang sobre criptomonedas, un hecho que aseguran, sirvió para blanquear dinero y superar las sanciones americanas contra el régimen de Kim Jong-un. En la causa que investiga la FBI también está implicado el británico Christopher Emms, acusado de los mismos delitos que el de Nou de Gaià.
Virgil Griffith y Christopher Emms formaron a dirigentes de Corea del Norte en cómo utilizar este sistema de pago, casi no rastreable, con el fin de evitar las restricciones económicas impuestas por Estados Unidos y otros países contra el régimen de Pyongyang. El uso de criptomonedas parece que puede ser útil para saltar estas sanciones internacionales y que el gobierno Kim Jong-un pudiera mover dinero por todo el mundo sin el control americano. Hay que recordar que Corea del Norte tiene activas varias sanciones internacionales por presuntas violaciones de los derechos humanos y por haber desarrollado un programa de armamento nuclear.
Se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión
Según consta a la acusación, que lideran dos fiscales estatales y la Sección de Contrainteligencia y Control de Exportaciones de la División de Seguridad Nacional, el de Tarragona también obró para diseñar una estructura de criptomonedas al servicio del gobierno de Corea del Norte, también, según los fiscales, para ayudar a saltarse las restricciones. La inteligencia americana detuvo el año 2019 -el encuentro fue en abril- Virgil Griffith, frustrando los planes de Cao de Benós, que quería hacer un segundo encuentro, también a Pyongyang, el año 2020, por seguir desplegando su plan de colaboración para facilitar pagos y transacciones con criptomonedas.
El de Tarragona está formalmente acusado ahora a un delito "de conspiración para violar y eludir las sanciones de los Estados Unidos" que comporta una pena legal máxima de 20 años de prisión, según consta en la nota de prensa facilitada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Por la Fiscalía de los Estados Unidos, Cao de Benós está zafado.
"Falsa" acusación, según Cao de Benós
Consciente de los problemas que tiene formalmente con los Estados Unidos, el enlace de Corea del Norte con el mundo ha anunciado que busca abogado. "Busco abogado en Tarragona/Barcelona/Madrid que hable bien el inglés: honesto, luchador, sin miedo al periodismo sensacionalista, para defenderme de la falsa acusación del imperio de los Estados Unidos", ha publicado en su cuenta de Twitter, en clara referencia al nuevo proceso judicial que ahora se le abrirá.
Él mismo ha asegurado que ya lo "difamaron" cuando lo acusaron "de un tráfico de armas completamente falso" y que hicieron una "película que se demostró que era una farsa después de las investigaciones de la ONU", y ahora lo señalan "desde el corazón del imperio". "Seguiré luchando sin descanso", asegura el responsable de la promoción exterior del régimen asiático.
Blanqueador del régimen
Más allá de las acusaciones formales de los Estados Unidos y de España contra él, Alejandro Cao de Benós (Tarragona, 1974) ha actuado en varias ocasiones como el blanqueador del régimen de Pyongyang de cara a la comunidad internacional. Como líder del Committee for Cultural Relations with Foreign Countries ha articulado una red de apoyo a Corea del Norte por todo el mundo y ha organizado misiones comerciales y de propaganda durante varios años, hasta que quedó confinado en España después de la retirada de su pasaporte después de ser arrestado por la Guardia Civil.
Sus abogados aseguraron que la "falsa" acusación por tráfico de armas se enmarcaba en una colección de armas antiguas que el hombre, exmilitar, tenía en su casa. Todo sea dicho, aunque hace años que tiene el pasaporte retirado, todavía no se ha celebrado ningún juicio contra él.