La detección de dos nuevos brotes de gripe aviar, uno en Deltebre, cerca de la balsa de las Olles, y un segundo en el Perelló, han obligado Acción Climática a activar el protocolo para proteger el aviar en un radio de 10 kilómetros de donde han aparecido los animales infestados, tres en total, según se ha confirmado. A principios de julio ya se detectó un caso, y se impuso un confinamiento de 30 días en zonas afectadas y de riesgo, de manera que las nuevas medidas aplicadas este miércoles casi se sobreponen con las aplicadas por el primer protocolo.
Las autoridades de la Conselleria de Acció Climàtica han informado que el número de granjas de pájaros y autoconsumos confinados ha experimentado un preocupante aumento de 22 y 180, respectivamente, a causa de estos últimos tres casos de gripe aviar. Según han informado medios locales, esta semana se han encontrado dos aves a más muertas por esta enfermedad, aumentando así los casos detectados durante las últimas tres semanas. Ante la creciente preocupación por la propagación de la gripe aviar, la Conselleria ha tomado medidas inmediatas para aumentar al personal encargado del control en la zona afectada. Así y todo, se ha aclarado que eso no ha implicado la realización de nuevas contrataciones, sino más bien una redistribución de recursos para abordar la situación.
Desde el Govern, han enfatizado que tanto las granjas como los autoconsumos son conscientes de que se encuentran en zonas de paso para las aves migratorias, lo cual aumenta el riesgo de exposición a la gripe aviar. Por lo tanto, aseguran que se están tomando las medidas necesarias y extremando las precauciones para prevenir nuevos casos de contagio en sus instalaciones. Un portavoz del Govern ha declarado: "Cada vez observamos un incremento en el número de casos de pájaros salvajes infectados, lo cual nos obliga a estar más alerta delante esta situación". No obstante, han afirmado que, hasta el momento, la situación se mantiene dentro de los límites de lo que podría considerarse normal.
Cuando se identifica un caso de gripe aviar, se activa un protocolo específico en un radio de 10 kilómetros en torno al lugar donde se han encontrado los pájaros infectados. Las explotaciones de aves de corral situadas en esta zona tienen que adoptar medidas de prevención durante un periodo de 30 días a partir de la comunicación de la sospecha. Algunas de estas medidas incluyen la prohibición del uso de pájaros de los órdenes anseriformes y caradriformes como reclamos de caza, la prohibición de criar y mantener patos y ocas junto con otras especies de aves de corral, así como la prohibición de mantener aves de corral al aire libre. Esta serie de restricciones busca minimizar el riesgo de contagio entre los pájaros de granja y, a su vez, reducir la propagación de la gripe aviar a la región. Las autoridades instan la población a seguir las pautas y directrices proporcionadas para proteger tanto la salud de los pájaros como la seguridad de la población local.