En los últimos años, el número de personas que digieren ludopatía o adicción al juego en mayor o menor grado ha ido en aumento. Cada vez es más fácil jugar, las tragaperras y las salas de juego han saltado a la esfera digital, haciéndose todavía más accesible. En este contexto, un informe publicado en la revista The Lancet alerta de que unos 80 millones de adultos en todo el mundo son ludópatas o una relación problemática con los juegos de azar. El estudio señalar que se trata de un grave problema de salud pública e insta en los gobiernos a actuar con celeridad, ya que si el número de adictos al juego es descomunal, calculan que el número de personas en riesgo al caer a esta adicción todavía lo es más: 448,7 millones de adultos.

¿Qué quiere decir que más 400 millones de adultos están en riesgo de ser ludópatas? Según el estudio, estar en situación de riesgo quiere decir que, al menos, ya se expresa un síntoma de la adicción y más o menos consecuencias adversas resultantes del hábito. Por eso los autores de la investigación han subrayado la necesidad de restringir las actividades de las aplicaciones y plataformas digitales de juego, que se están expandiendo rápidamente incluso a países donde está prohibido.

Un problema que afecta gravemente a los menores

No solo las personas adultas sufren los estragos de la adicción al juego, de hecho es problema de salud grave en menores de edad. El análisis de la comisión ha constatado que un 15,8% de los adultos y un 26,4% de los adolescentes que juegan en casinos o tragaperras en línea podrían sufrir ludopatía o trastorno del juego, así como un 8,9% de los adultos y un 16,3% de los adolescentes que hacen apuestas digitales de carácter deportivo.

Los comisionados, especialistas en varias disciplinas, han señalado que el juego se asocia a "pérdidas financieras y riesgo de ruina" y a "problemas de salud física y mental, ruptura de relaciones y de la familia, un riesgo mayor de suicidio y de violencia machista, al aumento de los delitos contra la propiedad y las personas y a la pérdida de trabajo."

El juego en línea, fuego por la proliferación de la adicción

La investigación ha estimado que, a causa de la proliferación de las plataformas digitales y los videojuegos -cuya arquitectura los promueve-, los juegos de azar están al alcance en más del 80% de los países del mundo. Los académicos han apuntado que "su expansión aumenta con una rapidez especial en los de ingresos bajos y medios, que a menudo tienen una infraestructura reguladora débil para hacer frente a esta industria global y su impacto."

El efecto de los juegos de azar es mayor en grupos especialmente vulnerables, entre ellos los socialmente desfavorecidos y "los niños y adolescentes que se ven expuestos de manera rutinaria a la publicidad de productos de juego", adujeron los autores.

La necesidad de regular

Los comisionados han exigido a las autoridades que establezcan una regulación eficaz en todos los países, al margen de sí jugar es o no permitido por ley. Según su opinión, eso tendría que incluir una reducción de la disponibilidad de estos productos y de la exposición de la población a ellos, "mediante prohibiciones o restricciones en el acceso, la promoción, el marketing y el patrocinio". Los expertos también han recomendado que los Estados ofrezcan apoyo y tratamiento asequible a los afectados de trastornos del juego y pongan en marcha campañas de concienciación social.