La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) asegura que España será el país de la Unión Europea que presente problemas más graves de escasez de agua a consecuencia del cambio climático. Según el informe "España: Políticas para el futuro de la agricultura y la alimentación" que se publica este miércoles, España tendrá que hacer frente a una situación "más dramática". Además, señala el problema que sufrirá España y como este déficit hídrico será un elemento clave para la agricultura. El dosier tiene más de 170 páginas en las cuales se evalúa si el entorno normativo español es propicio para conseguir una productividad agrícola sostenible y una mayor resiliencia.
El informe adelanta que los problemas de disponibilidad de agua se agravarán con el cambio climático. "Una simulación en un escenario de calentamiento de 2 °C, que incluía el cambio climático, el cambio en el uso del suelo y los cambios en la demanda de agua para 2026-55, estimó que España tendría la disminución mayor en la recarga de aguas subterráneas y la situación de escasez de agua más dramática de la Unión Europea", señala el documento. Así pues, la OCDE ha identificado España como el país de la UE que "se enfrenta a una mayor proporción de riesgos hídricos graves en el futuro, y el sexto entre los miembros de la OCDE".
La gestión del agua: un gran reto
La OCDE señala que la gestión del agua "es uno de los principales retos medioambientales para España", puesto que el sector agroalimentario ocupa más del 80% del uso del agua. En este sentido, apuntan que "las presiones sobre el agua se ven agraviadas por la sobreexplotación en algunas regiones, el bombeo ilegal de aguas subterráneas y la menor disponibilidad debida a las sequías". En concreto, haciendo referencia a la polémica que se está viviendo con Doñana, donde se están produciendo "extracciones ilegales de agua que ponen en peligro los hábitats", y también la situación del Mar Menor, donde "la contaminación agrícola ha provocado el deterioro de la laguna salada más grande de España".
Además, el informe también advierte que el aumento de la temperatura por el cambio climático afectará cambios en los cultivos, que podría llegar a llevar a la pérdida de viñas. "El aumento de las temperaturas y la reducción de las heladas pueden aumentar la producción de algunos cultivos o convertir algunas zonas en tierras óptimas para el cultivo de frutas tropicales, pero otras zonas no podrán continuar cultivando como hasta ahora", apunta.
Falta de estrategia para la innovación agrícola
La OCDE asegura que España no tiene una estrategia nacional que defina específicamente las prioridades comunes en innovación agrícola. Uno de los aspectos que se analizan es el grado de cumplimiento de los Sistemas de Conocimiento e innovación Agrícolas (*AKIS, por sus siglas en inglés), que son el conjunto de la organización y la transmisión de conocimientos entre personas, organizaciones e instituciones que lo usan y producen para utilizarlo en la agricultura y en los ámbitos relacionados.
Según el informe, los *AKIS españoles involucran a "muchos actores" en el ámbito nacional y regional; entre ellos las comunidades autónomas, que incluyen políticas de I+D, innovación y transferencia de conocimiento. Sin embargo, las autonomías son muy heterogéneas en España "en términos de recursos y no siempre han comprometido suficientes fondos". En este sentido, los centros de investigación son "heterogéneos, relativamente pequeños y no están muy conectados y coordinados", según la OCDE. A pesar de esto, España participa "con éxito en enfoques de innovación colaborativa multiactor e investigación multinacional" orientada a conseguir objetivos en el ámbito de la UE.