Las poblaciones de animales salvajes han bajado un 28% en Catalunya entre el 2002 y en el 2023, según la última actualización del Índex Planeta Viu (IPI-Cat) del Observatori del Patrimoni Natural i la Biodiversitat. A escala mundial, el índice calcula que durante los últimos 50 años la bajada media de individuos en las poblaciones de especies monitorizadas ha sido en un 73%. En la región de Europa-Centro Asia, sería del 35%. En Catalunya, el índice muestra una pérdida mayor que la que se expresaba en la actualización del 2022. En esta edición se han incorporado datos de 353 especies, 32 más que en la edición de hace dos años, entre las cuales está el  pez samaruc, el murciélago de bosque, el tejón o la rana bermeja. Por primera vez, se incluyen especies|especias marinas.

Además, por primera vez se ha analizado cuál es la evolución general del IPI-Cat para averiguar si esta pérdida en las poblaciones se ha acelerado, frenado o se ha mantenido estable durante los últimos años. Los resultados apuntan esta última opción: aunque no se está atenuando la pérdida de biodiversidad, tampoco se ha acelerado los últimos años y se mantiene en una media anual de 1,5% de pérdida de ejemplares.

Un tejón

Como novedad, durante 2024 se ha podido actualizar y, sobre todo, mejorar la información por ambientes, que no se publicaba desde el 2020, cuando se incorporó en el informe Estado de la Naturaleza. Así, la disponibilidad de más datos ha permitido disponer de una imagen más fidedigna de la bajada que se ha producido por ambientes.

En este sentido, se observa una bajada del 40% en los ambientes agrícolas y prados y en los ambientes de aguas continentales en los últimos 22 años, mientras que en bosques y matorrales se cuantifica en un 15%. Los datos sobre el ambiente marino todavía se limitan a pocas especies y localidades y, por lo tanto, no se pueden extraer tendencias representativas para el conjunto de las comunidades marinas.

Crecen las presiones sobre el medio natural

El LPI-Cat señala que las poblaciones de animales forestales son un objetivo prioritario, porque a pesar de estos ambientes se han considerado en expansión y maduración los últimos años, la pérdida de estos animales se está acelerando. "Eso nos hace sospechar que a pesar de la aplicación de medidas de conservación, al mismo tiempo también están creciendo las presiones sobre el medio natural en la misma proporción", comenta el coordinador científico del Observatori del Patrimoni Natural i la Biodiversitat de Catalunya, Lluís Brotons. En cambio, en ambientes agrícolas y prados, se observa una tendencia menos negativa en los últimos 10 años, a pesar del contexto general de pérdida.

Menos mariposas y peces

Aunque por término medio se observa una bajada en el número de individuos de las poblaciones animales desde el inicio del siglo, hay una gran diversidad de casos: las poblaciones de 164 especies disminuyen, 70 están creciendo y las 119 restantes no muestran tendencias poblacionales significativas.

Los grupos que muestran una bajada más general son las mariposas diurnas y los peces, donde cerca del 70% de las especies están sufriendo una pérdida en el número de ejemplares. Entre las numerosas especies de mariposas en bajada poblacional destacan dos especies propias de los ambientes abiertos mediterráneos: la turquesa mediterránea (Glaucopsyche melanops) y y la medioluto herrumbrosa (Melanargia occitanica), de las que localmente se cuentan muchas regresiones y extinciones, pero ningún incremento poblacional. De entre los peces, están en regresión especies marinas como el sargo (Diplodus sargus) o, en aguas continentales, el barbo del Ebro (Luciobarbus graellsii).

Un ejemplar de medioluto herrumbrosa

En el otro lado de la balanza se encuentran los mamíferos, donde hay más especies en aumento que en disminución. El oso (Ursus arctos) o el tejón son ejemplos de mamíferos en incremento, mientras que otros como el murciélago de cueva de Schreibers (Miniopterus schreibersii) y el ratón de bosque (Apodemus sylvaticus) están en bajada.

El LPI-Cat es un proyecto impulsado por el Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, coordinado por el CREAF, el Institut Català d'Ornitologia, el grupo BiBio del Museu de Ciències Naturals de Granollers, el IRBio de la Universitat de Barcelona y la Societat Catalana d’Herpetologia. También aporta datos de las especies cinegéticas el Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació.