Profesionales sanitarios y científicos expertos emiten un grito de alerta por la mala calidad del aire en Barcelona. El Col·legi de Metges de Barcelona, el Institut de Salut Global de Barcelona y las entidades ciudadanas Eixample Respira y Revolta Escolar han hecho pública este jueves una carta, abierta a adhesiones, en la que reclaman "coherencia y ambición" a políticos y administraciones públicas para conseguir un aire limpio y saludable en toda Catalunya. Estas entidades alertan de que la mala calidad del aire aumenta el riesgo de sufrir patologías como el infarto de miocardio, el asma, la bronquitis crónica, algunos tipos de cáncer o problemas de salud mental. De hecho, se calcula que la contaminación del aire causa más de 3.000 muertes anuales a Catalunya, donde el 69% de la población vive en ciudades de más de 25.000 habitantes y el tráfico rodado es la fuente responsable de más del 50% de los gases y las partículas causantes de la mala calidad del aire, han explicado los expertos este jueves en rueda de prensa.

En la misiva, los impulsores afirman que es "crucial" implementar políticas "estrictas y ambiciosas", con visión de salud pública, para reducir los niveles de contaminación atmosféricos producidos principalmente por el uso de combustibles fósiles. En este sentido, reivindican la necesidad de cumplir la recientemente aprobada Directiva Europea de Calidad del Aire, que requiere reducir los niveles de los principales contaminantes atmosféricos para el 2030. Estas políticas, afirman, tendrían que incluir la reducción de emisiones producidas por el transporte terrestre y marítimo, por la industria o la agricultura, y la quema de biomasa o madera. También instan a incrementar los espacios verdes.

La doctora en Biomedicina y Salud Pública e investigadora de ISGlobal Mònica Ubalde, ha afirmado este jueves en rueda de prensa que el problema con el aire afecta a todo el mundo, aunque hay colectivos más vulnerables como son los niños o las personas mayores. Zonas como el área metropolitana de Barcelona pueden estar más afectadas por la contaminación por tránsito rodado o la industria, mientras que otras, como la plana de Vic, se pueden ver más afectadas por la quema de biomasa. En los dos casos, sin embargo, el resultado es el mismo. Por este motivo, tanto Ubalde como Genís Domínguez, de Eixample Respira y Revolta Escolar, señalan que se tiene que conocer la realidad local de cada zona y adaptar las medidas.

 

Domínguez ha lamentado que hay "inmovilismo" en el mundo político o que a menudo solo se aborda la cuestión desde la vertiente de la acción climática, pero sin tener en cuenta las repercusiones en la salud. Por otra parte, han reivindicado que la salud "no tendría que tener color político". Con todo, han reconocido que más allá de la política hace falta la implicación de toda la sociedad. La carta ha recogido ya cerca de 250 adhesiones de entidades y personas a título individual, entre las cuales el Col·legi de Metges de Tarragona, el de Lleida, el Hospital Sant Joan de Déu, el del Mar o el de Olot.

Enfermedades respiratorias, cáncer o depresión

Los profesionales aseguran en el texto que hay una "estrecha relación" entre la contaminación atmosférica y el aumento del riesgo de infartos de miocardio, también que la exposición prolongada a niveles de contaminación por encima de los recomendados aumenta el riesgo de agravar el asma, la bronquitis crónica y otras enfermedades pulmonares. Un ejemplo de este tipo de efecto es el incremento de nuevos casos de asma infantil relacionados con niveles elevados de NO2. Por otra parte, se ha observado que la exposición a largo plazo a las partículas contaminantes, especialmente las PM2,5, puede incrementar significativamente el riesgo de sufrir cáncer de pulmón, riñón, vejiga y colorrectal. En el ámbito infantil se ha apuntado a problemas y retraso en el desarrollo pulmonar y cognitivo a corto y largo plazo, así como más riesgo de enfermedades crónicas en el futuro. La mala calidad del aire también contribuye al desarrollo de demencia y existe una conexión entre contaminación atmosférica y problemas de salud mental, incluyendo la ansiedad y la depresión, así como un incremento de las tasas de suicidio.

La médico y presidenta de la sección de Médicos de Acción Climática y Salud Planetaria del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (CoMB), Carla Oliva, ha reflexionado que puede ser difícil hacer la relación causa-efecto en el caso concreto de una patología, pero ha defendido que hay "mucha evidencia" de que dice que la contaminación atmosférica es un factor de riesgo claro por enfermedades. Tanto ella como la médico y miembro de la Junta de la Sociedad Catalana de Pediatría, Elena Codina, han asegurado que esta es una realidad que encuentran cada vez más a sus consultas, especialmente en el caso de niños y enfermedades respiratorias.